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A medida que envejecemos disminuye nuestra capacidad aeróbica, fuerza muscular, resistencia y flexibilidad, pero si nos mantenemos activos podemos retrasar enormemente estas disminuciones propias del ciclo de vida.

El deterioro del cuerpo se acelera cuando, sin importar la edad, somos excesivamente sedentarios, nos alimentamos deficientemente y tenemos una actitud negativa ante los circunstancias de nuestra cotidianidad. Estos elementos causan mayor daño cuando están presentes en personas de la tercera edad.

Incluir actividades físicas dirigidas a personas mayores redundará en beneficios para su salud y mejorará enormemente su calidad de vida, la práctica regular de actividad física reduce los síntomas de ansiedad y depresión, mejora el estado de ánimo y produce sensación de bienestar, mejora la función cardiovascular evitando un cansancio excesivo, ayuda a prevenir y controlar la presión arterial alta, reduce el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares y de padecer la diabetes de adulto, ayuda a controlar el peso, previene la osteoporosis, mejora la forma física, la flexibilidad, el tono muscular, la movilidad de las articulaciones y la fuerza muscular, reduce el riesgo de padecer caídas, ayuda a relajarse y a conciliar el sueño.

Jack La LanneEl entrenamiento de fuerza de intensidad moderada, suficiente para desarrollar y mantener el peso magro, debe ser parte integral de un programa de entrenamiento físico para adultos de la tercera edad.

Los ejercicios cardiovasculares, el levantamiento suave de pesas con la técnica correcta sin forzar las articulaciones, sumados a una nutrición adecuada para cada caso en espacios de entrenamiento con música activa que permita conversar, sumado a reuniones sociales, son indispensables para todas las personas que desean tener una vejez saludable, permanecer fuertes, y completamente lúcidos.

Se ha comprobado que el ejercicio cardiovascular aeróbico suave y moderado mejora notablemente el corazón, las arterias, las venas, ayuda a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.

Además si luego del entrenamiento aeróbico se descansa unos minutos y se comienza un programa de levantamiento de pesas adecuado para la tercera edad, se detiene la osteoporosis, comienza a reforzarse el sistema esquelético y se promueve el desarrollo muscular.

Antes de comenzar cualquier programa de este tipo, es preciso someterse a una evaluación médica completa para despejar las dudas que puedan plantearse los entrenadores a la hora de realizar el programa de ejercicios.

Bajar la ingesta diaria de carbohidratos, reducir el consumo de grasas saturadas y aumentar el de ácidos grasos omega 3 y 6 ayudará a regular muchas afecciones, como hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes, aumento del ácido úrico, cáncer de próstata, etc.

El uso de comprimidos multivitamínicos con minerales antes del entrenamiento físico y tres litros de agua divididos en varias tomas durante el día ayudarán a obtener los mejores resultados, en algunos casos en que falta motivación y fuerza el médico podrá prescribir tratamientos hormonales de ser necesario.