Si al final del día se siente daño a nivel de los dedos de los pies o se nota que hay zonas enrojecidas por el rozamiento de los pies, ciertamente es que no se lleva el calzado adecuado.

Para encontrar el calzado adecuado, hoy presentamos algunos consejos para escoger la talla correcta, pero igualmente la forma perfecta que debe adaptarse mejor a los pies, para un máximo de confort.

¿Cómo escoger la talla correcta del calzado?

Si conocéis la talla de vuestro pie, generalmente definida por un pedímetro, conviene saber que no es el mejor método para conocer la talla perfecta del calzado.

En España la talla se calcula midiendo el pie y dividiendo esta medida por 0,666. Si el pie mide 30 centímetros, hay que llevar un calzado del 45. Pero cuidado, este cálculo tan sólo es una referencia que permite estimar la talla que puede convenir mejor al pie.

En efecto, un calzado es de la talla correcta si se puede colocar fácilmente, pero sobre todo, si una vez puesto el zapato, se consigue introducir un dedo entre el zapato y el talón. El pie no debe sentirse apretado en el calzado, y debe poder respirar.

Calzado masculino

Para las pruebas, lo ideal es hacerlo al final del día cuando los pies están ligeramente hinchados. Si esto se realiza por la mañana, se corre el riesgo de encontrarse al final con un calzado demasiado estrecho, que los pies no soportarían una jornada entera.

La talla del zapato no es tan sólo una cuestión de medidas

Si la talla tiene una gran importancia en la elección de un zapato, no es el único elemento a tener en cuenta. La elección del calzado debe prestar atención igualmente al material, y al uso que se pretende hacer del zapato.

La anchura del pie, a pesar de que se considera poco en la mayoría de las cadenas de tiendas de zapatos, tiene un lugar primordial en el confort que se tendrá dentro de un zapato. Conviene saber que los sistemas de medida fueron establecidos, concretamente por fabricantes de alta gama, para definir y diferenciarse del resto de zapatos.

En un mismo país, de un par al otro de un calzado concreto, la anchura puede variar en 5 m, permitiendo ofrecer calzados adaptados, tanto para pies estrechos como anchos. La anchura se indica en cifras que van del 1 al 9, es decir del más estrecho al más ancho.

Antes de comprar hay que probarlos

Si conocéis la longitud y la anchura del pie, lo ideal está en poder probar el calzado para ver si se es capaz de apreciar todo su confort.

Para ello, conviene priorizar este ejercicio al final del día, tal y como hemos dicho antes, pero igualmente con los calcetines habituales, para evitar falsear la prueba.

Una vez con el calzado puesto, hay que garantizar que el dedo gordo no toque la punta del zapato, con el fin de tener un ligero espacio de movimiento. En cuanto a la anchura, se debe sentir una ligera presión, signo de que el pie va sujeto aunque no comprimido.

Finalmente, si se opta por un calzado americano o inglés, conviene saber que las tablas de conversión permiten conocer rápidamente la talla de los calzados anglosajones.