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Existe una conexión que es evidente entre la salud física, mental y la actividad física, y por ello la  ciencia ha comenzado a estudiar los efectos positivos del ejercicio físico y las funciones cerebrales.

En un comienzo se pensaba que los efectos positivos del eran causados por el flujo de sangre que aumenta significativamente cuando se realiza actividad física. Teniendo en cuenta que las células cerebrales se oxigenan y alimentan mejor y como consecuencia de ello se encuentran más sanas.

Sin embargo, a pesar que este es un punto importante, el ejercicio físico produce efectos muy variados sobre el cerebro y que no son sólo causados por un mayor aporte de nutrientes.

Ejercicio físico y sus beneficios sobre el cerebro 1Así, además de la actividad intelectual que es importante para mantener esa capacidad a medida que se envejece, el ejercicio físico también lo es, ya que se ha demostrado que es ideal para la protección del organismo frente a las enfermedades denominadas neurodegenerativas.

El ejercicio es un excelente protector del cerebro ante las agresiones que éste sufre a lo largo de la vida, tanto externas como internas, por ello, se hace evidente que la vida sedentaria se convierte en un factor de riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Sin embargo, cabe aclarar que cuando se hace referencia al ejercicio físico, no se está hablando de ser un deportista sino de dejar el sedentarismo de lado y ponerse en marcha, ya que unos pocos kilómetros diarios hechos a paso vivo harán toda la diferencia.

El cuerpo humano se encuentra diseñado para realizar una actividad física constante y durante muchas horas, circunstancia ésta, que para el hombre de hoy puede ser considerada como muy elevada.

Pero debe tenerse en cuenta que lo que ha cambiado son los hábitos del hombre y no su fisiología que sigue siendo la misma, debiendo entonces comprender que el cuerpo necesita de la actividad física para poder llevar adelante y mantener una serie de funciones básicas y entre ellas  la salud de las neuronas.

Por otra parte, el movilizar el cuerpo mientras se está realizando ejercicio físico genera una actividad cerebral generalizada ya que además de mover grupos musculares de manera coordinada, también se producen otros fenómenos como aumento del flujo sanguíneo, consumo de glucosa, rítmo cardíaco, respiración, etc., todo regulado por diversos centros nerviosos que se encuentran en distintas zonas del cerebro. Por ello, el practicar ejercicio físico activa estas amplias zonas cerebrales.

Al realizar actividad física se aúna el movimiento de los músculos necesarios para llevar a cabo el ejercicio y el cerebro es el que coordina todas las funciones corporales que son fundamentales para que esos músculos puedan funcionar de forma correcta.

Por ello, el practicar ejercicio físico moderado es sumamente beneficioso para que el cerebro se mantenga sano, además de prevenir enfermedades neurodegenerativas.

La actividad física habitual mantiene el aporte necesario de nutrientes al cerebro e interviene en otros procesos cerebrales, optimizando la eficacia funcional de las neuronas.