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El cerebro es uno de los órganos más importantes de los animales vertebrados, y en particular, de los seres humanos, que integra lo que se conoce como Sistema Nervioso Central. Allí se encuentran los órganos de los sentidos que nos ayudan a relacionarnos con el medio ambente.
Es importante destacar las funciones del cerebro puesto que son muy variadas y guardan íntima relación con el propósito de este artículo que es detectar los alimentos que son buenos para el cerebro.
– Procesamiento de la información de todos los sentidos.
– Ordenamiento, regulación y coordinación de la respuesta motora.
– Control de todas las funciones corporales.
– Responsable del aprendizaje, las emociones, y el habla, entre otras cosas.
El cerebro y los alimentos 1Es así como el cerebro se convierte en un órgano muy delicado, que para su correcto funcionamiento debe oxigenarse y nutrirse óptimamente. Estos dos requerimentos le llegan mediante la sangre, que es la que le da el oxígeno y lo libera del dióxido de carbono, y le suministra el alimento (la glucosa). Es importante destacar que el cerebro no posee la capacidad de almacenar glucosa, por lo tanto, el organismo del ser humano va a ser el que se ocupe de que el flujo de glucosa sea el adecuado en cada momento.
Y luego de describir el mecanismo del cerebro humano, estamos en condiciones de describir aquellos alimentos que contengan glucosa.
En primer lugar, hay que desterrar aquella regla propia de las dietas milagrosas que aconseja prescindir del pan, el arroz y la pasta porque contienen glucosa en abundancia. Esto es un error puesto que exige un esfuerzo por demás al hígado, que deberá utilizar otras sustancias para formar la glucosa, como las proteínas que en abundancia pueden acarrear consecuencias tales como la gota.
El agua pese a que no constituye un alimento, es de la misma manera importante para el funcionamiento correcto del cerebro. Pero siempre debe suministrarse en cantidades normales: si su comsumo disminuye drásticamente seremos víctimas de un dolor de cabeza, mareos, debilidad, fiebre, y hasta de pérdida del conocimiento. Por el contrario, si se eleva la ingesta mediante grandes cantidades de alcohol, el cerebro se deshidrata causando, además de los síntomas anteriores, el de la resaca.
Asimismo existen otros nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro tales como las vitaminas del grupo B, que son fundamentales para la formación y conservación de la mielina- aquella que rodea y protege las terminaciones de la neurona-, el ácido fólico, la carnitina, la tirosina, la vitamina B6, el zinc, el magnesio, y los ácidos poliinsaturados, que se hallan en carnes, pescados y verduras.