Champú y cuidado capilar

El champú es un producto cosmético que se presenta bajo diferentes formas. La forma líquida es la más corriente, pero también se puede encontrar en su forma sólida, en crema o en polvo. Las substancias que lo constituyen van asociadas en vista a permitir la limpieza del cabello, así como su tratamiento.

El champú contiene cuatro tipos de agentes que desempeñan su propia función, a saber: lavar, conservar, espumar, emulsionar. Los agentes que limpian permiten la disolución rápida de la grasa, así como el de las partículas a las que se fija.

El champú como primer gesto para cuidar el cabello 1En general, se trata del ammonium lauryl, del cocosulfato de sodio, de la dietanolamina, y de la trietanolamina. Los agentes conservantes justifican su presencia por el tiempo durante el cual se conserva el producto con todos sus activos en buena calidad.

En cuanto a los agentes emulsionantes, permiten a los componentes del champú permanecer compactados. Por otro lado, los aditivos permiten prodigar los efectos suplementarios que se buscan. Se trata de colorantes, perfumes, agentes hidratantes, antical y suavizantes para desenredar el cabello.

Tratamiento del cabello

El champú no constituye el único factor que se debe considerar para tratar el pelo. También se debe llevar una alimentación equilibrada que impida la aparición de la caspa, la caída del cabello, y de los cabellos secos. Por otro lado, existe una amplia gama de champús en el mercado, lo que muchas veces dificulta la elección del mejor o más conveniente.

En cualquier caso, se debe escoger un champú en función de la naturaleza del pelo. Primeramente se debe saber si el pelo es normal, seco, graso, o está dañado. A partir de esta característica, se puede tener una pista del producto que más nos interesa comprar.