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Hoy toca hablar de fútbol, y más concretamente, a medida que vamos vislumbrando el horizonte que nos dejan los equipos que han subido y bajado, vemos como los dramas y las alegrías se hacen con centenares de personas que ven como el modesto equipo de su pueblo o ciudad ha bajado o subido de categoría, y es que lejos de los Barça o Madrid, existe también un universo de fútbol y de pasiones, por colores y formas de hacer que si bien no llenan diarios, si que llenan corazones y ríos de tinta entre sus hinchas.

El descenso es siempre un drama para el equipo que lo sufre: perdida de sus mejores jugadores, desbandada general de patrocinadores, problemas económicos, aficionados que ya no lo son tanto, además de la sensación de humillación que suelen sentir tanto los propios jugadores como directivos y aficionados. La situación empeora si tenemos en cuenta que en la mayoría de ciudades otro equipo es el rival de toda la vida, y las sensaciones y las burlas de este son aun más crueles.

El doloroso descenso 1Tenemos muchos tipos de descenso, sin ir más lejos, cerca de 20 equipos en España han perdido su categoría este año al tener problemas económicos y no poder hacer frente a sus deudas. Esto es el drama de las categorías más modestas del fútbol, que viven al límite, y una mala temporada puede llevar al precipicio. De igual forma, también existe los descensos por puro resultados, el términos deportivos por no tener el nivel necesario de la categoría, y acabar en puestos de descenso. Por último, nos quedan aquellos equipos que bajan por hacer trampas, de los que hay casos, por desgracia, en la mayoría de países.

¿El futuro de esos equipos? La mayoría de clubs no vuelven a la categoría de donde bajaron, y otros lo hacen pasados los años. Esa es la cruel realidad del fútbol, y de los equipos. Por tanto, la lección es que los que hoy están arriba pueden bajar, y los que están debajo subir.