En realidad, la biodanza es el resultado del trabajo de un antropólogo, Rolando Toro Araneda, que ha querido desarrollar un método de arte de vida, como una nueva pedagogía más estimulante para el cuerpo y el espíritu. Nueva técnica de expresión corporal, la biodanza utiliza la música para generar emociones que son puestas en movimiento por el cuerpo.

Para una danza enérgica y dinámica, la biodanza quiere permitir a las personas que practican este deporte, expresar sus sentimientos de manera diferente para poner en movimiento sus emociones con el fin de exteriorizarlas.

Expresión corporal y biodanza

La expresión «dejar que el cuerpo hable» toma todo su sentido a través del método de la biodanza. Sin embargo, la biodanza no se define realmente como un deporte o una sencilla danza, sino que se define más bien como una técnica de realización global de la identidad Yogaque se opera a través de las sesiones semanales y de una pedagogía de arte de vivir, tanto en adultos como niños, y que fue introducida en más de 40 países de todo el mundo, principalmente en Europa, Estados Unidos, Canadá y América Latina.

Estimular el espíritu con la biodanza

Igualmente, esta práctica se ve como una especie de reeducación afectiva, pasando por la danza y la expresión corporal, a través de «líneas» que son de hecho la definición de los comportamientos instintivos, según los principios de la biodanza, como la vitalidad, la trascendencia que engloba la relación con la naturaleza, la humanidad y el universo, la afectividad, la creatividad, y la sexualidad que se apoya sobre el deseo y el placer que cada uno debe resentir para estar vivo sin descuidar la sensualidad que de hecho está muy presente en los ejercicios y los movimientos determinados en las sesiones de biodanza.

Las sesiones tienen por objetivo desarrollar y estimular estas líneas, y es ahí donde quiere llegar la biodanza, y sus efectos sobre el cuerpo, el espíritu y las emociones.

Según los profesionales de la biodanza, esta práctica permitiría obtener beneficios a largo plazo sobre el cuerpo, como el crecimiento en la alegría de vivir, la superación de las posibilidades, una mayor facilidad para distenderse y sentirse más ligero, y una mayor estima de sí mismo, provocando una mayor seguridad afectiva y la posibilidad de abrirse al mundo.