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Estos días estamos viviendo en la lejana Suráfrica el Mundial de Fútbol 2010. Este gran espectáculo deportivo, uno de los más mediáticos y seguidos del mundo, nos está dando valiosas imágenes, y eso que solo llevamos unos días con él.

Una de las cosas que más polémica está generando es precisamente un elemento ajeno en principio al mundo del deporte, como es la vuvuzela. Esa especie de trompeta, está justamente volviendo loco a entrenadores y jugadores, ya que no consiguen mantener la concentración en el campo.

La concentración 1De hecho, ese sonido continuo que produce, molesta de tal manera a los jugadores, que muchos de ellos han admitido tener errores por falta de concentración. Esto, nos da material para poder analizar y ver los efectos de la falta de concentración en el momento de la práctica deportiva.

Por ejemplo, la teoría nos indica que la falta de concentración puede provocar deslices, tales como una reacción más lenta a los inputs, o que nuestro cuerpo no haga justamente lo que el cerebro nos indica.

Estos efectos, podrían manifestarse de forma aún más trágica, si durante el partido, tenemos que estar quietos y entonces más expuestos a la desconcentración y a esas abejas asesinas que nos atacan.

Por todo ello, no es de extrañar que estemos viendo increíbles cantadas de porteros y jugadores de campo, que cualquier ojo inexperto puede atribuir rápidamente a que la persona en cuestión no estaba con la concentración suficiente. Así que, aunque la FIFA no piensa prohibir estas simpáticas trompetillas, si puede ser un elemento a tener en cuenta, de hecho, algunas expediciones han empezado a probar métodos más expeditivos, como por ejemplo tapones en los oídos.

Sea como sea, está claro que como vemos, la concentración en el deporte es primordial, y de hecho, poder huir de todo para centrarnos en nuestro cuerpo y nuestras reacciones, es un elemento básico y esencial para poder tener un rendimiento adecuado.