Muchas veces oímos hablar del número creciente de cáncer de próstata en los ciclistas. Problemas de erección con relación a una próstata más ancha, lo que plantea la pregunta si la bicicleta de spinning comporta verdaderamente unos riesgos para la salud masculina.

En cualquier caso más vale tener cuidado con el sofá, puesto que es más peligroso. A pesar de algunos detalles que conviene vigilar, la bicicleta de spinning es muchísimo más sana.

¿Por qué la bicicleta de spinning es tan controvertida?

En los hombres que practican spinning de vez en cuando, no sufren ningún problema. Para los ciclistas que practican este deporte más de 8 horas por semana, el sillín tradicional puede provocar dolores en el perineo, sufrir presión en el nervio pudendo, y eventualmente, en la próstata.

El nervio pudendo pasa por el perineo y está situado en la base del pene y del recto. Una comprensión prolongada de este nervio por el sillín puede provocar un adormecimiento del escroto y problemas eréctiles temporales, tras algunas horas después de la práctica del spinning.

Práctica de spinning

Eventualmente, la fricción repetida del perineo con el sillín se puede traducir por la formación de un tercer testículo, que en el fondo es un quiste fibroso, a veces doloroso. Una intervención médica se impone entonces. Algunos traumatismos como una lesión en la uretra, una contusión en el perineo, o una congestión de la próstata también pueden ocasionar ciertas enfermedades. Los hombres que sufren un aumento de tamaño de la próstata o problemas de erección prefieren probablemente evitar una presión creciente en esta zona.

Ajuste de la bicicleta y del ciclista

En todos los casos, los daños temporales irreversibles, provocados por la bicicleta, se deben a una adaptación entre la bicicleta de spinning y la morfología del ciclista. Las precauciones siguientes pueden evitar muchos problemas.

Un sillín hueco en el centro y con una punta curva hacia abajo reduce la presión en el perineo y en el nervio pudendo, previniendo la compresión de la zona urogenital. Llevar unas mallas de ciclismo con una zona de protección garantiza un mejor confort. También se debe inclinar el sillín hacia adelante para evitar la presión sobre el perineo. Igualmente, ajustar la altura del sillín para que las piernas no estén en extensión completa cuando el pedal está abajo.

Se debe subir el manillar para que la espalda adopte una postura más recta. Hay que garantizar que el marco de la bicicleta esté al menos 5 cm por debajo de la entrepierna con el fin de evitar los daños en caso de caída. Igualmente, llevar un casco, que no tiene nada que ver con la próstata, pero que protege la cabeza de cualquier golpe posible.

Spinning y cáncer de próstata

Además de estos desarreglos de orden mecánico, conviene hacerse la pregunta sobre el riesgo de padecer cáncer de próstata. El ciclismo intensivo es en efecto algo relacionado con un aumento de la tasa del PSA, el antígeno específico de la próstata que puede indicar la presencia de cáncer. Una próstata irritada o ligeramente inflamada por la fricción contra el sillín podría explicar este aumento.

Por tanto se debería evitar la práctica del spinning antes de pasar un test de próstata con el fin de no falsear los resultados.

Los beneficios del spinning superan de lejos las preocupaciones que puede provocar cuando está mal ajustado el sillín. El hecho de pedalear o de practicar un deporte más de 5 horas por semana reduce los riesgos de inflamación de la próstata de 30 a 50% con relación a aquellos que ejercitan el deporte menos de 2 horas por semana. Los hombres que tienen un trabajo físicamente exigente como por ejemplo en la agricultura o la construcción, presentan entre un 30 y un 40% menos de posibilidades de sufrir un aumento de la próstata que aquellos que trabajan sentados en una oficina.

Los riesgos del sofá son mucho más inquietantes. Los hombres que se pasan mucho tiempo delante de la televisión tienen 2 veces más posibilidades de sufrir un aumento de la próstata con relación a aquellos que pasan menos de 5 horas por semana. Lo peor es que si se pasa muchas horas delante de la tele sentado en el sofá, los riesgos aumentan independientemente del número de horas del deporte que se practique.

Más vale hacer spinning y encontrar un hobby más activo que ver la televisión.