El consumo de fibras alimenticias está asociado a una reducción de la mortalidad (enfermedad cardiovascular, infecciosa, respiratoria, cáncer, etc.). Dicho de otra forma, comer fibras alimenticias sería una garantía para vivir más tiempo.

Alimentación y fibras alimenticias

Las fibras alimenticias corresponden a la parte de vegetales que no es digerida y tampoco absorbida por el tubo digestivo. Esta particularidad de las fibras alimenticias es favorable al organismo, mejorando notablemente el tránsito intestinal.

Las fibras facilitan la eliminación de ciertas substancias tóxicas y cancerígenas, reduciendo la tasa de colesterol, y concretamente la absorción de glucosa. Resultado, las fibras alimenticias ejercen muchos efectos positivos sobre la salud, reduciendo los riesgos de enfermedades cardiovasculares, de cáncer, de diabetes, y de obesidad.

plato de salvadoTodavía más, el consumo de fibras alimenticias está acompañado de una reducción de la mortalidad global, como lo demuestra un estudio realizado sobre 220.000 hombres y 170.000 mujeres a lo largo de 10 años.

La cantidad de fibras alimenticias consumidas por cada sujeto ha sido evaluada gracias a una serie de cuestionarios. El estudio iba de los 13 a 29g/día en los hombres, y de 11 a 26g/día en las mujeres.

Cantidad de fibras que se debe consumir

Se deben comer cereales (pan, arroz, copos de avena, salvado de avena o de trigo…), y preferentemente integrales.

Pero las fibras alimenticias también se encuentran en varias cantidades en:

  1. la fruta (manzana, coco, higo, ciruela, grosella…),
  2. la verdura (col, apio, hinojo, cebolla, champinón…),
  3. la legumbre (garbanzo, lenteja, guisante…),
  4. la levadura alimenticia,
  5. la almendra.