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Cuando pensamos en controlar lo que comemos cada dia con la intención de perder peso, nos vienen al vuelo varios alimentos e invariablemente consideramos seriamente la opción de dejar de comer pastas porque así dejaremos de engordar.
La pasta es un alimento reconocido a nivel internacional por ser rico, sano y nutritivo, sin embargo, la mayoría de las personas evitan consumirla debido a que creen que engorda y repercute en el incremento de peso. La mayoría de estos mitos carece de fundamentos científicos.
La idea de que la pasta engorda tiene sus raíces en la creencia de que está hecha con harina y que no es otra cosa que almidón. Sin embargo, las pastas alimenticias de calidad superior se elaboran exclusivamente con sémola de trigo duro, el cual es reconocido como el cereal más noble por sus excelentes cualidades alimenticias.
pasta de trigo duroPor sí sola la pasta es promotora de la salud, ya que posee hidratos de carbono de absorción lenta, fácilmente digeribles y por su bajo contenido en grasa. Cuando va acompañada de aceite de oliva, verduras, leguminosas, pescado o carne se convierte en un alimento completo y equilibrado.
Los hidratos de carbono constituyen la principal fuente de energía que el organismo requiere, deben representar entre 50 o 60 % de la energía total diaria para que el cuerpo funcione correctamente. Cuando hay falta de ellos en el organismo, se utilizan otros nutrimentos como fuente de energía (proteínas y grasas), pudiendo provocar daños irreparables al organismo.
Aporte calórico
Las calorías por gramo que aportan los hidratos de carbono (4 kcal/g), presentes en la pasta, el pan o los cereales, son menos de la mitad de las que aportan las grasas (9 kcal/g).
Cien gramos de pasta cocida aportan 130 calorías, al igual que 2 cucharadas de mantequilla o 30 g de chocolate, pero estos engordan más porque la grasa de los alimentos se acumula más fácil en nuestro cuerpo que los hidratos de carbono complejos, abundantes en la pasta.
En promedio, media taza de pasta cocida contiene un gramo de grasa y sólo 78 kcal, las mismas que contiene una manzana de tamaño mediano.
Como la pasta aporta hidratos de carbono de absorción lenta, que liberan la energía poco a poco, manteniendo por más tiempo la sensación de saciedad y brindando la energía necesaria para realizar las actividades diarias, se puede comer hasta una taza de pasta todos los días, sin temor a engordar, siempre y cuando utilicemos en forma moderada las salsas y condimentos (como crema o mantequilla) que contengan grasas en exceso, ya que el valor calórico de las grasas es muy superior (un gramo de grasa aporta 9 calorías).
Es por ello que la pasta sólo puede representar un aumento de peso si se consume en demasía y si el gasto calórico del organismo es nulo.
Para que la pasta sea un alimento sano y nutritivo se debe evitar que durante el proceso de cocción desprenda harina, y con ello, conserve todas sus propiedades nutrimentales para una mejor digestión.