La PMA es la potencia máxima aeróbica. En otros términos, es la potencia realizada al máximo de la capacidad aeróbica del organismo, es decir a velocidad máxima. Este ritmo se mantiene durante 5 a 7 minutos. Más allá de esta velocidad, el organismo funciona principalmente con la filial anaeróbica y la acidosis se vuelve cada vez más importante a nivel muscular, hasta que se detiene el ejercicio.

Precaución de uso y programación

La realización de un ciclo de desarrollo de la PMA es un proceso que agota rápidamente las reservas energéticas en glicógeno. La realización de ejercicios a alta intensidad provoca una adaptación rápida al nivel del consumo de oxígeno en el esfuerzo, al nivel central cardiovascular, y periférico, sistema muscular.

Su impacto a nivel del cansancio central será controlado, por el contrario no hay que dejar de lado el impacto a nivel psicológico. En efecto, sólo hacen falta entre 12 a 24 horas para recuperarse de una sesión de PMA, pero las sesiones de intervalos requieren mucha concentración e inversión para proporcionar el 100% de la capacidad con el fin de garantizar la mejor progresión.

El desarrollo de la PMA se trabaja generalmente con la realización de ejercicios intermitentes con una fase intensiva alta, seguido de un contraejercicio de intensidad baja. Al comienzo, conviene comenzar por series de esfuerzo de 5 minutos como máximo, y luego aumentar progresivamente la duración de esfuerzo entre 10 y 12 minutos.

Aerobia

De esta forma se pueden efectuar salidas con dos, y luego tres series de esfuerzos en PMA, recuperando entre estas series al menos tanto tiempo como haya durado el esfuerzo. Se deben realizar sesiones relativamente cortas, entre 1 hora y 2 horas, con el fin de garantizar un trabajo de calidad, sin el impacto de un cansancio relacionado con la salida en sí misma.

Los peligros a evitar

El primer peligro que conviene evitar es el de realizar el ciclo de desarrollo de la PMA sin entrenar una base de resistencia fundamental. La realización de las sesiones de intervalos conlleva un estrés psicológico. Estando en fase de recuperación, el organismo no presenta cansancio importante, y por tanto el proceso de sobrecompensación domina, y el nivel de rendimientos aumenta.

Se trata del efecto buscado, pero en estas condiciones, será complicado mantener el nivel de la forma, y se va a generar un pico de forma restringido en el tiempo. Para evitar esto, conviene mantener de 2 a 3 sesiones de resistencia de base, entre 2 y 3 horas, para generar un fondo de cansancio central, y así retener mecánicamente el nivel de rendimientos, al tiempo que se mejora la condición general.

El segundo peligro que conviene evitar es la realización de un ciclo demasiado largo, que tiene por finalidad el desarrollo de la PMA. En efecto, las sesiones por intervalos requieren mucha inversión y motivación.

Las sesiones son dolorosas pero son beneficiosas solamente si se efectúan en las condiciones óptimas. Por esta razón es, se debe optar por un ciclo de 4 semanas, a razón de 2 sesiones con objetivo PMA por semana. Conviene mantener una progresión en las sesiones para que la carga de trabajo progrese con el nivel de la forma física.