Entrenarse por cuenta propia parece una idea sencillez y eficaz a la vez, y mejor aún si se realiza en pareja. Efectivamente, el entrenamiento entre dos ofrece un gran número de ventajas que os permitirá esculpir un cuerpo tonificado y firme, sin necesidad de utilizar otro tipo de aparatos más sofisticados.

Las ventajas de un entrenamiento entre dos

1- La motivación

Entrenándose solo, las ganas se pueden perder rápidamente, dejando espacio para que aparezcan mil y una excusas para no hacerlo. Aliándose con un compañero, siempre existirán mejores motivos para empujarse mutuamente. Por otro lado, los entrenamientos serán más regulares y los resultados serán mejores.

La práctica de la musculación entre dos 1Además, cuando se trabaja en buena compañía, el esfuerzo parece menos difícil y el ejercicio se hace más lúdico. El compartir y la complicidad en el esfuerzo son un buen medio para progresar, al tiempo que uno no lo pasa tan mal.

2- El material y el espacio

Cuando se trabaja entre dos, no hay necesidad de material específico, puesto que es la pareja la que ofrece una resistencia o un momento de descanso durante los ejercicios. Además, el espacio necesario para efectuar una sesión entre dos es el mínimo, puesto que en la mayoría de los ejercicios y movimientos que se deben efectuar, pueden realizarse en una superficie no mayor de 2m².

3- Seguridad

Cuando son dos las personas que se entrenan, ambos pueden observarse mutuamente, corregirse y hacer que se respeten las consignas de colocación de cada ejercicio, con el fin de garantizar la realización correcta de los movimientos con total seguridad.

Además, el hecho de pasar del rol de «profesor» al de «alumno», permite asimilar mejor las consignas para cada uno de los movimientos que se pretenden practicar. Este control efectuado por la pareja es primordial cuando uno comienza a practicar ejercicios físicos, puesto que los movimientos y colocación suelen tender a no efectuarse correctamente.