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Durante la práctica deportiva tanto las piernas como los muslos permanecen desprotegidos, excepto en el invierno cuando suele  usarse ropa deportiva que cubre la totalidad del cuerpo.

Es sabido que sobre la piel habitan hongos, parásitos y bacterias pero no nos dañan ya que la piel es una barrera eficaz contra infecciones.

Sin embargo, cuando por alguna lesión, por pequeña que sea, los microorganismos comienzan un proceso de enfermedad, puede ser el punto de partida de procesos infecciosos. Es muy común ver ciclistas o corredores con lesiones que pueden ser un principio de infección.

Por ejemplo,  el impétigo es un tipo de infección cutánea que la causan los estafilococos o estreptococos, caracterizada por la formación de pústulas (pequeñas ampollas llenas de pus) que al romperse, extienden la enfermedad por auto contacto, lo que sucede con gran rapidéz.

Además, por una cuestión de comodidad los ciclistas acostumbran a rasurarse las piernas y por lo general al hacerlo no toman los cuidados higiénicos que deberían, corriendo el riesgo de que los folículos pilosos se infecten, dando así lugar a sufrir una foliculitis.

Los deportes y la piel 1

Para evitar esto, la depilación se debe realizar siempre después de haber tomado una ducha con agua caliente, colocándose espuma de afeitar, que sirve para ablandar los pelos y después de unos minutos rasurase con maquina descartable y nunca hacerlo a contrapelo porque esto significaría cambiar la dirección de salida de los pelos.

Por otra parte,  las maquinas descartables suelen usarse varias veces, no siendo el objetivo con el que fueron creadas. En estos casos, si se la piensa usar nuevamente, hay que limpiarlas con abundante agua y luego con alcohol.

Asimsimo, luego de un episodio de foliculitis suelen aparecer lesiones residuales como manchas marrones (hiperpigmentación) que son causadas por el proceso inflamatorio que se sufriera. También,  pueden quedar cicatrices por la ruptura de la piel. Todo esto puede ser tratado con cremas y pomadas adecuadas, que serán siempre recetadas por el especialista.

Otro de las infecciones que suelen sufrir los ciclistas es la foliculitis glútea una infección que se produce por el roce continuo sobre el asiento de la bicicleta, si   la infección se agrava puede extenderse a grandes áreas de los folículos pilosos generando otra infección llamada forunculosis.

En estos casos,  lo mejor para tratar estas infecciones bacterianas es utilizar cremas con antibiótico y si son casos más graves puede ser necesario tomar antibióticos orales.

En los corredores de largas distancia se producen pequeños derrames de sangre conocidos como Runner s-rump o rabo del corredor de fondo, estas lesiones se produen por el roce continuo en la parte superior del pliege interglúteo y lo mismo puede aparecer en la parte interna de las rodillas. Estos derrames también pueden tratarse con pomadas especiales.

También existe el acné mecánico, donde aparecen lesiones de acné(comedones, pápulas, pústulas) originadas por el roce producido por el uso de cascos, gorras, o vinchas y en la espalda suele darse en los que practican corridas de aventura por el hecho de llevar mochilas cargadas durante mucho tiempo.

También,  existe la dermatitis de contacto, que es la lesión originada  por el contacto con ropa que posee apresto para dar brillo o los colorantes que se utilizan en las camisetas y a los que el atleta es alérgico o se ha sensibilizado debido al contacto constante.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por la presencia de eritema ( vasos) y múltiples escamas secas. Aunque su etiología todavía no ha sido completamente descubierta, existen factores genéticos e inmunológicos involucrados en su proceso.

La psoriasis también puede aparecer en los ciclistas, conocida como Fenómeno de Koebner, donde una zona de piel que no está lesionada cuando se irritada, produce la aparición de placas de soriasis.

Por otra parte, durante el verano, las piernas de los deportistas se encuentran desprotegidas del sol y esa  exposición, prolongada y continua sin protector solar, durante muchos años puede producir alteraciones de la piel y muchas de ellas irreversibles como es el caso de la Hipomelanosis Gutatta, lesiones circulares de color blanco que se producen por la ausencia de melanocitos.

Se debe tener en cuenta que cuando una lesión en la piel, permanece por más de diez días y no cicatriza  es necesario consultar al dermatólogo, ya que el virus una vez que infecta la piel migra a células ganglionares nerviosas, lo que puede pasar inadvertido por falta de síntomas o sufrir manifestaciones como edema, fiebre, o malestar general.

Como hemos visto existen una gran variedad de infecciones cutáneas de los miembros inferiores, que además son de propagación muy rápida, trayendo como consecuencia la disminución del rendimiento deportivo de quienes la padecen y hace necesario un diagnóstico de forma precoz para no causar mayores problemas en la vida deportiva del atleta que la padece.