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Dentro de los objetivos de la nutrición deportiva uno de los más importantes es el de representar una guía de alimentación para quienes practican actividad física.

Por lo general esta guía recomienda el consumo de proteínas y carbohidratos, además de la ingesta de fluidos con el objetivo de lograr un mejor desempeño teniendo como premisa básica el metabolismo sobre todo cual el cuerpo es sometido a una exigencia física prolongada.

Objetivos de la alimentación deportivaOptimizar el rendimiento físico, lograr mejores resultados en la actividad física desarrollada y también alcanzar una recuperación rápida.

Una ingesta adecuada de alimentos y líquidos tanto antes, como durante y después de la actividad física sirve para mantener un nivel adecuado de glucosa en sangre, disminuyendo también los periodos para retomar nuevamente las sesiones de práctica.

Cabe destacar la importancia de la nutrición en el día a día del deportista, ya que si éste no consume suficiente comida y completa las calorías necesarias en su entrenamiento, corre el riesgo de sufrir de deficiencias de nutrientes, perdiendo también masa muscular, además de aumentar las posibilidades de sufrir lesiones, todos estos problemas son más graves cuando se trata de mujeres deportistas.

Un ajuste adecuado a las necesidades energéticas beneficiará al deportista y para lograrlo será necesario tener en cuenta edad, sexo y también el tipo de constitución corporal en cada caso.

Así, para hombres y mujeres en una faja de entre 19 y 50 años, que practiquen una actividad física promedio, los especialistas recomiendan una dieta de entre 2000 y 2900 calorías diarias.

En cambio, cuando se trata de hombres que practican deportes pero a nivel profesional esa cifra podría aumentar en algunos casos hasta las 4000 calorías.

La nutrición deportiva tiene en cuenta tanto la cantidad como la frecuencia de carbohidratos, proteína y fluidos ya que estos tres grupos alimenticios son los que tienen mayor impacto en su rendimiento, sin ser determinante la oxidación de las grasas para lograr ese rendimiento.

Antes de comenzar el entrenamiento es recomendable evitar los alimentos sólidos ya que su metabolización es lenta. Por el contrario,  los alimentos en esta etapa deberán ser de fácil asimilación y su ingesta se realizará un par de horas antes del entrenamiento y justo antes de entrenar podrán incluirse aminoácidos ramificados y glutamina para evitar la degradación del tejido muscular.

Durante el entrenamiento, si es largo e intenso puede incluirse una bebida energética y/o isotónica con algo de carbohidratos de rápida asimilación, sales minerales y abundante agua, evitando así una baja de los niveles de glucosa en sangre, ayudando a retrasar la aparición de la fatiga.

Por último y después del entrenamiento será necesario beber suficiente agua además de diez gramos de una combinación de creatina, taurina y glutamina.