La hiperventilación es una manera de respirar anormal e inadaptada, que excede las necesidades de nuestro organismo. Las inspiraciones son demasiado rápidas en la parte superior del tórax, con variaciones de ritmo y de volumen. En definitiva, esta forma de respirar es demasiado rápida y muy superficial, y se realiza en detrimento del ritmo respiratorio.

En caso de hiperventilación, se respira mucho y sobretodo muy rápido. Esta respiración se acompaña de suspiros frecuentes y de una necesidad, por momentos, de realizar una inspiración más profunda.

El problema es que este esquema respiratorio conlleva variaciones a nivel de la oxigenación de la sangre, lo que es perjudicial para la actividad de las células, y particularmente de las célulascrisis de panico nerviosas, que son más frágiles. El resultado, es que numerosas funciones se ven perturbadas, y concretamente las funciones cerebrales.

De esta manera, la hiperventilación es el origen de diferentes disfunciones y síntomas que pueden parecer raros: ligera sensación de vértigo, garganta contraída, hinchazón abdominal, dolor en el pecho, sentimiento de irrealidad, ansiedad, depresión, dolores musculares, articulares y crisis de pánico.

Aprender a respirar

Para que desaparezca la hiperventilación, es necesario respirar de manera diferente. Hay que aprender a respirar de manera más amplia, con inspiraciones que duren más tiempo que las expiraciones. Veamos un ejemplo que puede ayudarnos.

Inspirar por la nariz, contando hasta 3. Inspirar a pleno pulmón, pero lentamente, de manera progresiva. Evitar las bocanadas de aire, y no retener la respiración. Expirar suavemente, relajando la mandíbula, sin forzar, y contando hasta 5 ó 6.

Ejercitaos en este tipo de respiración lenta, profunda y regular, durante varias semanas, con intención de ir alargando progresivamente la duración de vuestras inspiraciones, y sobretodo de vuestras expiraciones. Con el tiempo, vuestras expiraciones pueden llegar a durar más tiempo, llegando a poder contar hasta 8 ó 9. En seguida tendréis la impresión de controlar mucho mejor la respiración.