Para tener un aire siempre joven y una piel suave, la fórmula mágica no la tienen los cirujanos plásticos, sino la comida que cada día ponemos en nuestro plato. Poned vitaminas y minerales en el menú. Pero no cualquier aporte suplementario. Descubrid aquellos cuyas propiedades antioxidantes os permitirán luchar contra el envejecimiento.

Para conservar una piel suave y elástica, es importante que la protejamos de los radicales libres y que tienen tendencia a acumularse en el organismo, y de las influencias de las agresiones de todo tipo (contaminación, sol, tabaco, etc.).

Para tener una piel impecable 1Los antioxidantes aportados por la alimentación pueden proteger la piel de un envejecimiento prematuro. Además de la vitamina A y el cinc, también debemos incluir otro tipo de complementos:

La vitamina C, que interviene en la formación del colágeno (componente indispensable para la resistencia y la elasticidad de la piel).

Para una aporte seguro en vitamina C, consumir cada día al menos una pieza de las siguientes frutas:

. un kiwi;

. una naranja o 2 clementinas;

. un pomelo;

. un mango o 125 g de fresas;

. o un vaso de zumo de algún cítrico recién exprimido.

La vitamina E es un antioxidante potente que ayuda a regenerar las células y preserva los lípidos constitutivos de sus membranas.

La vitamina E la podemos encontrar en los siguientes alimentos:

. aceite de germen de trigo;

. aceite mezclado y enriquecido con vitamina E;

. aceite de girasol;

. aceite de pepitas de uva o de maíz;

. almendras, avellanas;

. germen de trigo.

El selenio tiene un papel fundamental en todos los mecanismos de los antirradicales libres.