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En los últimos años hemos visto de todos los colores en los campos de fútbol, des de lanzamiento de todo tipo de objetivos (míticos cochinillos, monedas, móviles o cualquier objetivo que dejaran entrar la seguridad del estadio), a decenas de espectáculos, sorteos y demás ideas macabras con las que aprovechar el reclamo que es tener a tanto aficionado (muchas veces bebido) en un espacio concentrado en en punto (el césped).

Pero hoy os traigo una historia que supera quizá cualquier tipo de humillación y proeza que se haya podido hacer en un campo de fútbol, como no, no podían ser otros que los belgas. Pongámonos en situación, partido Cercle Brujas-Standard Lieja, los locales ganan en la mitad de la primera parte por un gol a cero. Mientras con el frío que hace, la mayoría del campo busca algo caliente en los bares del estadio, algo sucede en el césped.

Pedir matrimonio en un campo de fútbol 1Una chica y un chico están mirándose fijamente, mientras un speaker explica algo relacionado con que el chico tenía un mensaje especial para la chica. Se hace el silencio en el campo, al fin y al cabo la gente es morbosa. Con todo, el chico coge el micro y empieza hablar a la chica, que resulta ser su novia, y que está literalmente aterrorizada con todo lo que está sucediendo.

El chico se va poniendo cada vez más nervioso, y con un hilo de voz, le pide matrimonio a la chica, el campo empieza a aplaudir y a soltar «ohhhhhh», cuando de golpe, la chica, con cara de terror enorme, decide hacer algo poco usual en estas situaciones: irse corriendo.

La cara pálida del pobre chico ha dado la vuelta al país, como también el speaker cogiéndolo y dándole ánimos mientras se dirigen hacía fuera. El público, una mezcla entre risas, aplausos y murmullos de todo tipo. Sin duda, estamos ante una de las humillaciones más considerables del año.

Si alguien piensa hacer lo mismo, que se lo piense antes…