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La psoriasis es una enfermedad que afecta la piel, siendo crónica y recurrente, cuya causa es desconocida

Las personas que la padecen, en su mayoría, atraviesan por períodos en los que los síntomas tienden a atenuarse y en otros momentos se hacen más molestos y visiblemente evidentes.

Como síntomas podemos encontrar:

  • Aparición de manchas color rojo en la piel y cubiertas de escamas plateadas
  • La piel se encuentra muy seca y suele agrietarse y sangrar
  • Generalmente la persona sufre de picazón, ardor o dolor
  • Inflamación y rigidez en las articulaciones

Psoriasis, síntomas y tratamiento 1La psoriasis no es tomada por todas las personas de igual manera, mientras que para algunos es sólo una molestia, para otros es un factor que los discapacita, en especial cuando se encuentra asociada a la artritis.

Entre las características de la psoriasis encontramos lesiones sobre elevadas, de tonalidad roja que sueles descamarse, siendo además bien delimitadas y de diversos tamaños.

Esta es una dolencia que puede iniciarse a cualquier edad y afecta actualmente entre el 1 y el 2% de la población, teniendo como factor predisponerte importante los antecedentes de la enfermedad en el grupo familiar, ya que un 30% de quienes padecen psoriasis tienen un familiar que la sufre.

Diversos son los factores que pueden  desencadenarla, entre ellos los más notables son los traumatismos, infecciones, cambios de clima bruscos, medicamentos y el estrés emocional.

La forma en la que aparece es gradual y simétrica, siendo las zonas más afectadas el cuero cabelludo, codos, rodillas y la zona lumbrosacra.

Este tipo de lesiones pueden producir una picazón intensa, situación que lleva a rascar la zona y producir pequeñas heridas sangrantes.

Cuando aparece en los niños puede tener un inicio abrupto con numerosas lesiones y por lo general es después de una infección usualmente una faringitis.

El diagnóstico es siempre realizado por el especialista teniendo en cuenta el tipo de lesión y donde se encuentra localizada, posteriormente otros estudios más precisos la confirmarán.

Esta enfermedad tiene un curso de desarrollo que es imprevisible, sin embargo es siempre crónico y tiene remisiones y crisis, lo que trae un impacto fuerte en la calidad de vida de quienes la padecen.

Existen distintos tipos de tratamientos, pueden ser locales o sistémicos dependiendo de cada caso en particular.

Cuando se presenta de forma leve el tratamiento local se efectúa con cremas que evitan la sequedad excesiva de la piel. También se pueden utilizar corticoides y análogos de la vitamina D.

Ya cuando la enfermedad es más extensa se opta por el tratamiento sistémico que incluye los denominados inmunosupresores.

Otra alternativa es el uso de la fototerapia que aprovecha los efectos beneficiosos de los rayos UV sobre la psoriasis, consiguiéndose resultados óptimos con remisiones que duran en el tiempo.