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La pubitis conocida también como osteopatía dinámica de pubis, entesistis pubiana y pubalgia, es un tipo de lesión característica en los deportistas que desarrollan con mucha intensidad su actividad, teniendo mayor incidencia en futbolistas y corredores.

Se produce por la inflamación en el área de inserción de los músculos del pubis, dado que es en esta zona donde se implantan los músculos aductores que tienen como función la de levantar el muslo y flexionar la cadera y también los músculos abdominales provenientes de la parte alta del pubis.

Al practicar deportes fuertes los músculos aductores se ponen en movimiento haciendo un trabajo enérgico y por esa razón se desarrollan en mayor medida que los abdominales, ese desequilibrio entre ambos es una de las causas de este tipo de lesiones, a pesar que también pueden ocurrir por:

  • El acortamiento de los miembros inferiores
  • La displasia de cadera
  • Insuficiencias de la pared abdominal
  • Desenvolver el deporte en terrenos de mala calidad (resbaladizo o pesado)
  • Sobreentrenamiento o agotamiento deportivo
  • Mala programación del entrenamiento
  • Ejecución de movimientos comprometidos

Generalmente el deportista se encontrará bien durante la práctica hasta que en un momento determinado comenzará el dolor que irá acrecentándose hasta tornarse imposible de soportar.

Pubitis, síntomas y tratamiento 1En los días siguientes al episodio el dolor continuará inclusive estando en reposo y paulatinamente la molestia desaparecerá para reaparecer nuevamente en la próxima práctica. Los períodos en los que vuelve a presentarse el dolor se harán cada vez más frecuentes y el dolor irá en aumento, hasta que llegado un momento no podrá volver a ejercitarse.

Este tipo de lesión tiene dos etapas en la inicial el dolor es en la zona de la ingle extendiéndose hacia los aductores, siendo común en estos casos la indicación de reposo y eventualmente la administración de algún antiinflamatorio. En la etapa avanzada el dolor va limitando la capacidad de movimiento del deportista y el dolor se extiende desde las piernas llegando a toda el área de la cintura.

Confirmado el diagnóstico a través de radiografía o tomografía el deportista deberá suprimir los ejercicios a los cuales se sometía en un día normal de entrenamiento, tanto para los aductores como para los abdominales y comenzará a realizar movimientos de estiramiento para lograr una reconstrucción simultánea de toda la zona afectada haciendo 10 minutos de trabajo, 10 de pausa y nuevamente 10 de trabajo.

El deportista también hará un tratamiento de fisioterapia donde se incluirá electroterapia, magnetoterapía, y láser, todo esto en función de reducir la inflamación. También,  puede llegarse a la cirugía pero esto es ya en un grado extremo cuando los demás tratamientos no han sido efectivos.

El periodista español Ignacio Romo, especialista en medicina deportiva, recuerda que cuando se somete a un músculo a ejercicios de fortalecimiento esto generará un aumento de su potencia pero simultáneamnte disminuirá la flexibilidad, «De este modo se alteran sus cualidades haciendo que en la práctica deportiva un músculo así, estará más expuesto a sufrir estiramientos rápidos con los consiguientes daños, como desgarres (los tejidos se abren de manera violenta rompiendo considerable cantidad de fibras), torceduras (afectan a los tejidos que cubren las articulaciones como consecuencia de movimientos circulares forzados), o contracturas (el músculo se endurece y pierde la capacidad de movimiento). Por ello, se debe trabajar tanto la fuerza como la flexibilidad del músculo» concluyó Romo.

Asimismo, tanto los preparadores físicos como los médicos especializados en medicina deportiva aconsejan la prevensión para evitar este tipo de lesiones y esto se logra a través de una correcta preparación física con la cual se puedan fortalecer ambas zonas de músculos por igual evitando así las descompensaciones.