Soy un deportista habitual que suelo tener problemas musculares con frecuencia. Normalmente, el dolor ocasionado por una mala postura o un esfuerzo superior al acostumbrado suele durarme varios días, y las molestias algunas veces son bastante intensas, la típica contractura muscular que tanto afecta nuestra calidad de vida y que a pesar de no ser nada grave es realmente muy molesta.

Hablando con un amigo aficionado a las carreras y los maratones, me comentó que él usaba Radio Salil para calmar esas molestias, así que decidí probarlo y la cosa cambió radicalmente.

Dolor muscularPara aplicar el producto, hay que echarse un poco de pomada en la palma de la mano o sobre la zona afectada y masajear para extenderla correctamente, e inmediatamente después de la aplicación se nota una sensación de calor en toda la parte dolorida. A mí me ha resultado bastante agradable, también noto que la inflamación baja rápido y el dolor desaparece en un momento.

De ahora en adelante Radio Salil viene a ser con diferencia el producto habitual para mis contracturas musculares bien sean como consecuencia de los ejercicios que practico en el gimnasio levantando pesas o por una mala postura al dormir.

Una cosa que me gusta mucho al aplicar el producto es su fácil absorción, puesto que no me deja la piel grasienta. La verdad es que no hay que masajear demasiado para extender bien la crema, ya que cuando tengo dolor intenso no soporto que me toquen en esa zona.

También destaca el calor que se siente en la zona donde se aplica, y el efecto calmante es casi instantáneo. En mi caso concreto, aplico la crema dos veces al día durante tres días seguidos y la inflamación disminuye considerablemente. No se si durante el verano sea tan agradable ese calor adicional pero el resto del año es algo que realmente se agradece.

No hay duda de que con Radio Salil el alivio del dolor es casi inmediato, así como la inflamación. Ciertamente, de los antiinflamatorios y analgésicos en crema o en spray que conozco es de los más rápidos y efectivos, y conviene tenerlo siempre en el botiquín de casa, o en la taquilla del gimnasio para después de los ejercicios de musculación, sobre todo si nos hemos pasado con el peso o hemos adoptado una postura incorrecta.