La elección del régimen se basa en diferentes criterios primordiales. El más importante es el de optar por aquel que corresponda a cada modo de vida. Efectivamente, esto reduce las situaciones de estrés que puede provocar la privación, pero sobre todo, garantiza reunir todas las condiciones para tener éxito.

Por otro lado, adaptar un nuevo modo de alimentación también puede provocar el famoso efecto yoyo. Se trata del principio de recuperar el peso cuando se para el régimen, o algún tiempo después.

Los diferentes regímenes del mercado

Muchos regímenes se han convertido en muy populares en poco tiempo, por ejemplo el que preconiza el doctor Dukan. Es difícil decir si realmente son o no eficaces, por lo muy específicos que son.

Sin embargo, cada uno de estos regímenes presenta un inconveniente serio que podría ser nocivo para la salud, generan muchas carencias nutricionales. Es decir, que siempre hay una o varias categorías de alimentos que están prohibidos, lo que, además, favorece la frustración y por tanto la desmotivación.

Por esta razón el mejor régimen para perder peso actualmente es el régimen hipocalórico.

Perder peso

Los principios del régimen hipocalórico

Se trata de un método en el que se reduce la cantidad de las comidas, preservando la calidad y la diversidad. De esta forma, ninguna categoría de alimento está separada y se evitan las fases de frustración o desmotivación.

Entonces se sigue disfrutando de los beneficios de las proteínas, de los lípidos y de los glúcidos, sin dejar de darse gusto con ciertos alimentos un poco menos sanos como la pizza, las hamburguesas, la pasta, etcétera. El secreto está en saber dosificar las proporciones de frutas, de verduras, de lácteos, de féculas y de carnes. Dicho de otra forma, si se come más abundantemente a mediodía, hay que comer más ligero por la noche.

A pesar de que todo está permitido, se recomienda limitar el consumo de materias grasas, de azúcares, y de sal al estricto mínimo. Ciertamente se pueden comer cosas habitualmente prohibidas, pero debe ser la excepción.

Las ventajas del régimen hipocalórico

El régimen hipocalórico permite modificar los hábitos alimenticios a largo plazo. Por tanto, no hay que esperar a ver un resultado milagroso al cabo de varias semanas. La pérdida de peso se realiza lentamente, pero de forma segura y sobretodo manteniéndolo en el tiempo.

De media, este tipo de régimen se practica en una duración de 8 semanas para ser eficaz. Como las restricciones no son muy importantes, se mantiene la motivación. Por otro lado, al instaurar un hábito a largo plazo, se evita recuperar el peso cuando la balanza indica una cifra satisfactoria.

Finalmente, este régimen se adapta a todos los modos de vida. Independientemente de que sea en el trabajo, o en casa, siempre se encuentra algo para comer, sin poner en riesgo el régimen. Si se lleva una vida social activa, se pueden aceptar las invitaciones en el restaurante sin problema. La única condición es la de equilibrar los excesos que se realizan a veces en ciertos momentos puntuales.

La estabilización del peso

Una vez que se ha alcanzado el peso deseado, lo más difícil es estabilizarlo. Se trata de una de las fases más importantes a lo largo del régimen. En efecto, no es porque se hayan perdido los kilos superfluos que se puede volver a comer cualquier cosa y de manera desproporcionada.

La vigilancia y la prudencia son de rigor durante un cierto tiempo. No obstante, como el régimen hipocalórico induce a una cierta mecánica de cara a varios meses, se puede ver que la fase de estabilización va a ser natural. Se conserva el mismo modo de alimentación aumentando quizás las cantidades o evitando simplemente recuperar sistemáticamente cada vez que se produce un exceso.

El peligro de los regímenes hiperproteicos

A pesar de que las proteínas van indisociables con la alimentación, no es una razón para comer exclusivamente alimentos que contienen muchas. Muchas personas confunden el régimen hipocalórico con el régimen hiperproteico. Piensan en reemplazar la comida clásica por alimentos ultra proteicos, e incluso sustituir las comidas para perder rápidamente peso y sobretodo aumentar los músculos.

Sin embargo, este tipo de régimen es el origen de muchos debates. Aquellos que quieren adelgazar o conservar su peso se plantean muchas preguntas con relación a este modo de alimentación. No solamente las carencias en macronutrientes son altas, sino que las proteínas de origen animal representan un peligro potencial si se consumen en grandes cantidades.