La comida rápida ha entrado en nuestras costumbres y no es raro habituarse a este tipo de alimentación. Por consiguiente, cuando llega la hora de hacer régimen, es difícil saltarse este hábito, sobre todo si se tiene una tradición familiar del domingo a mediodía, pero aún más cuando se trabaja en este tipo de establecimientos.

Conviene saber que incluso si se hace régimen, es totalmente posible comer en un restaurante de comida rápida. No se trata de decepcionar al más pequeño de la familia y pueda disfrutar de una hamburguesa de vez en cuando.

Es cierto que la mayoría de los menús propuestos son hipercalóricos, conviene saber que se puede hacer una concesión que os pondrá de buen humor y que no terminará culpabilizándoos.

La elección del menú correcto en un fast food

La mayoría de los fast food tienen conciencia de que los consumidores prestan más atención a su línea y tienen tendencia a dejar de lado este tipo de consumo. De hecho, por esta razón han revisado su carta para ofrecer diferentes tipos de ensaladas, al lado de las tradicionales hamburguesas.

Hamburguesa

Al mismo tiempo, se han puesto de moda los bares de ensalada. Seguramente habéis percibido que estos establecimientos tienen mucho éxito. Por tanto es normal que los fast food también se pongan en la misma línea, con el fin de no perder ninguna parte del mercado. Lo que favorece de forma innegable vuestra línea.

Así pues, las ensaladas pueden reemplazar muy bien los platos de patatas fritas, generosamente condimentados, o las hamburguesas con salsa de todo tipo. Es verdad que ver hamburguesas por todas partes puede ser tentador, pero si se consigue resistirse, se verá que con el tiempo, consumir ensalada en vez de patatas fritas, o un filete a la plancha en vez de una hamburguesa es mucho más natural de esta forma.

Para acompañar los platos que se han encargado, se puede optar de forma natural por una bebida light o por agua mineral. Y como postre, se deben dejar de lado las copas de helado. Lo correcto es priorizar las ensaladas de frutas y los lácteos, tales como los yogures con una baja tasa de materia grasa.

Calcular los valores nutricionales del menú

El cálculo de calorías y de los valores nutricionales de las comidas es indispensable, incluso si se entra en un fast food. Esto permite no solamente conocer lo que se puede comer, sino igualmente no alejarse de los hábitos alimenticios.

De esta forma, un menú a base de ensaladas aporta entre 20 y 30 gramos de lípidos, y entre 700 y 800 kilocalorías. Además de la ensalada, de la bebida light y del postre sin materia grasa, el menú se puede componer de una doble hamburguesa de queso, o de una caja de 6 Nuggets, o de 2 hamburguesas sencillas.

En cuanto al menú de las patatas fritas y de las ensaladas compuestas, su aporte calórico varía entre las seiscientas y 700 kilocalorías, y entre los 20 y 30 gramos de lípidos. Este menú contiene un pequeño cartucho de patatas fritas además de la ensalada, del lácteo y de la bebida light. Suprimiendo las patatas y las hamburguesas, el aporte calórico se divide por dos.

Equilibrar la alimentación tras comer en un fast food

Es el momento de volver a la realidad tras una pequeña escapada en un restaurante de comida rápida. En este caso, lo mejor que se puede hacer es prepararse una cena ligera a base de alimentos quemagrasa.

Se puede componer un plato a base de verduras ricas en fibras, de legumbres con alta concentración en proteínas, de cítricos, de pechuga de pollo o quinoa. Igualmente, se deben priorizar lo saciantes naturales, tales como la avena o el agar-agar para reducir la cantidad de comida que se consume.

Al día siguiente se puede retomar una alimentación normal, o más exactamente una comida que se adapte perfectamente al régimen.