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Canalizar la ira de una forma positiva es vital no sólo para el bienestar emocional sino también para la salud física. La ira necesita ser expresada, pero el reto consiste en hacerlo de una forma asertiva.

1. En primer lugar, evita la costumbre poco sana de callarte las cosas. Esta actitud puede parecer más cómoda en apariencia ya que te evita tener ciertos conflictos en un primer momento, sin embargo, esa información que quieres ocultar, sigue ahí y crea un poso negativo dentro de ti.

Seis tips para prevenir un ataque de iraPor ejemplo, un enfado no resuelto con un amigo te crea una predisposición negativa hacia la otra persona.

2. El ejercicio físico es muy sano para canalizar un ataque de ira. Por ejemplo, si has tenido una discusión de pareja, lo que puedes hacer es tener la cabeza fría, y tomar la decisión de irte a dar un paseo para cambiar de aires, desconectar de lo que ha pasado y tomar distancia. Cuando vuelvas a casa verás las cosas con otra perspectiva totalmente distinta.

3. Para canalizar un ataque de ira también puedes realizar ejercicios de relajación porque a través del control de la respiración también consigues tener un buen grado de autocontrol en situaciones de estrés.

4. La risa es un buen mecanismo para combatir un ataque de ira. Por ello, desarrolla el sentido del humor de reírte incluso de ti mismo. No te tomes todo tan en serio como si fuese algo personal. Aprende a relativizar para tener una mayor sensación de ligereza.

5. Para prevenir un ataque de ira puedes contar hasta diez y hasta veinte si te hace falta antes de decir algo bajo el impacto de la ira para medir las consecuencias de esas palabras de las que te puedes arrepentir en el futuro.

6. Para relajarte y tranquilizarte, puedes darte un baño tranquilo para no pensar en nada.