La talasoterapia es uno de los mejores remedios para los cuidados de la espalda. El agua marina caliente ejerce múltiples beneficios en los músculos y las articulaciones, reforzado por el trabajo profesional de un terapeuta, y la virtudes de las algas.

La talasoterapia

La reumatología, y específicamente los dolores de espalda y la inflamación de las articulaciones, representa una de las causas principales para acudir a una sesión de talasoterapia. Hay que decir que los hombres que tienen problemas de espalda desean acudir a un centro especializado en tratamiento dorsal.

A base de baños, de calor y de masajes específicos se puede reducir notablemente este mal, demasiado generalizado en nuestros días. Precisamente, la talasoterapia está indicada para tratar este mal que afecta a una gran mayoría de hombres.

Talasoterapia y dolor de espalda 1Cuando estamos sumergidos en un baño de agua de mar, sentimos que los músculos se descontaren, y que los movimientos duelen menos, facilitando la movilidad de las articulaciones. En cuanto a la temperatura del agua, esta contribuye a relajar la espalda, por sus beneficios para descontracturar los músculos.

Las curas de talasoterapia implican todo tipo de hidromasajes en el agua o en la ducha. Se puede jugar con la fuerza y la presión del agua, o con los chorros que ejercen una acción directa sobre los músculos: acción de descontracción, analgésica y circulatoria.

Una cura de talasoterapia conlleva una serie de masajes y de cuidados específicos. Efectivamente, los terapeutas suelen asociar su intervención con los beneficios de otros productos como las algas, el barro, o los aceites esenciales.

Las algas

Las algas ricas en minerales y oligoelementos, tienen la virtud de distender los músculos y de calmar los dolores. Estas algas contribuyen a eliminar las toxinas a través de la sudoración, y a remineralizar el organismo y suavizar la piel.

Las algas se recogen de los fondos marinos, luego se trituran, y se terminan mezclando con agua de mar. Más tarde se utilizan como una pasta caliente que se extiende sobre alguna parte del cuerpo.

El calor se mantiene cubriendo el cuerpo con una manta eléctrica, o con la ayuda de una lámpara de infrarrojos. Este efecto de cataplasma distiende los músculos, además de ser un eficaz analgésico que acelera la circulación sanguínea, ayudando a la eliminación de toxinas, y favoreciendo la penetración de oligoelementos a través de los poros de la piel.

Relajación

Todo tratamiento dorsal no estaría completo sin un trabajo específico sobre los músculos. Las curas de talasoterapia incorporan sesiones de relajación, de aquagym, y de musculación.

El objetivo es tonificar el cuerpo en su totalidad. El aquagym es un método poco agresivo, puesto que se trata de estar inmerso dentro del agua, eliminando cualquier riesgo de accidente muscular o de las articulaciones.

El cuerpo, cuyo peso se divide en cuatro cuanto está inmerso en el agua, se deja llevar, como si fuera más ligero, pero las contracturas musculares y las de las articulaciones no se consiguen eliminar de forma definitiva.