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La testosterona, hormona sexual masculina, es con frecuencia utilizada en forma fraudulenta en el ámbito deportivo buscando el efecto anabólico que produce sobre el organismo.

El aumento de masa muscular, fuerza, resistencia y otros efectos de su consumo son los perseguidos por aquellos deportistas que con la ayuda de hormonas, anabolizantes, y otros compuestos buscan alcanzar mas y mejores logros en sus especialidades.

Los deportistas y en especial los culturistas que usan testosterona, habitualmente se la administran por periodos de tiempo prolongados en dosis que van de moderadas a muy elevadas combinando la testosterona con otras sustancias en ciclos de esteroides, junto a una dieta alta en proteínas y un estricto programa de musculación, para producir incremento de la masa muscular, la fuerza y la resistencia.

La testosterona usada de esta manera suele ser por aplicación de inyecciones intramusculares de productos elaborados por diferentes laboratorios farmacéuticos, se usan tanto productos creados para humanos como los de aplicación veterinaria. Los depósitos oleosos intramusculares de liberación continua y de excreción gradual producen modificaciones al perfil hormonal sexual en el período de tiempo de duración del depósito.

Testosterona y Dopaje

Desde el punto de vista del dopaje para establecer un hallazgo analítico adverso, para testosterona es necesario evaluar la relación con su isómero óptico, la epitestosterona.

Según la Agencia Mundial Antidopaje WADA, cuando la concentración de testosterona es seis veces mayor que la de la epitestosterona (T/E) se puede considerar que se está ante un caso positivo de abuso de testosterona; este valor de seis ha sido fijado con un amplio margen sobre los valores fisiológicos estadísticamente normales que son usualmente de 1 a 2.

Sólo la testosterona endógena se transforma en epitestosterona, es por esto que esta relación permite presumir el consumo de testosterona exógena, pues esta última no entra en equilibrio con su efímero la epitestosterona.

Sin embargo la determinación del cociente T/E para resolver una administración exógena de testosterona, de sus precursores o una manipulación frente a una situación fisiológica normal puede conducir a falsos negativos, pues cuando hay administración en forma controlada las concentraciones pueden permanecer ligeramente inferiores a los límites o a falsos positivos cuando existen causas patológicas o se hayan utilizado sustancias específicas como alcohol o ketoconazol que alteran la producción de esteroides andrógenos.

Unido a la evaluación de la relación T/E se debe estudiar las concentraciones y las relaciones de los metabolitos de la testosterona como: androsterona, etiocolanolona y 6-hidroxiandrostenediona.

Hasta hace algunos añosera necesario hacer estudios de carácter endocrinológico y controles no avisados en un período de tres meses, para descartar o confirmar la administración exógena de estos endógenos.

Hoy existen técnicas analíticas como la cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de masas de isótopos estables que permite conocer si hay testosterona exógena a través de las alteraciones en los valores del delta de carbono 13 en la muestra.

Testosterona Oral

La testosterona cuando es utilizada por vía oral es fácilmente absorbida y gran parte es metabolizada por el hígado antes de alcanzar la circulación sistémica, por lo tanto no es la vía de elección si se quieren efectos anabólicos, sin embargo sería de utilidad para lograr otras acciones farmacológicas como energizante o estimulante.

Para evitar las dificultades ocasionadas por el rápido metabolismo se han propuesto formas alternativas que incluyen la implantación de cápsulas, la administración oral en grandes cantidades, el uso de supositorios o gotas nasales y en forma de cremas o de parches.

Otra forma de obviar esta rápida degradación es a través de los esteres de testosterona los cuales al ser menos polares que el esteroide libre pueden ser administrados por vía intramuscular en soluciones oleosas las cuales son absorbidas lentamente permaneciendo en el organismo de tres a seis semanas dependiendo del radical que la esterifique.

Precursores de testosterona

En la década de los 90 surgieron en el mercado una serie de productos o suplementos alimenticios que contenían precursores metabólicos de la testosterona promocionados como sustancias naturales constructoras de músculos, entre las que se pueden enumerar la androstendiona, 19-nor-4-androstendiona y 4-androsten- b,17b-diol, las que se pusieron de moda con la falsa creencia que no serían detectadas en los controles al dopaje por transformarse en testosterona, sin contemplar la limitante que aunque se transformaban dentro del organismo, la hormona seguía siendo de proveniencia sintética y en consecuencia no se convertía en epitestosterona.

Estos compuestos por ser prohormonas rápidamente se transforman en testosterona, produciendo los mismos efectos farmacológicos pero con la ventaja adicional de retrazar su catabolismo.

Las androstendionas se comercializan en cápsulas que contiene 50, 100 ó 300 mg con la indicación de consumir mínimo 300 mg por día durante el tiempo del entrenamiento para lograr el crecimiento de los músculos.

Se ha encontrado que en mujeres el 60% de la testosterona circulante proviene de la conversión de androstendiona la cual requiere de este paso porque por sí misma no se une a los receptores androgénicos.

Bibliografía sobre el tema

GALLO GLORIA, LUCRECIA RODRÍGUEZ, NADIA SAVELIEVA. Estudio de la Administración por Vía Oral de Testosterona y uno de sus precursores: 4- Androstenediona.