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El síndrome de malabsorción puede producirse por causas que afecten directamente al intestino delgado o por causas que sin afectar al intestino, alteran el proceso normal de la digestión.
Generalmente se clasifica en dos tipos:
1.  General: Causada por resección intestinal; por enfermedades vasculares (como isquemia); o por enfermedades intestinales, parcial (por ejemplo, enfermedad de Crohn) o total (por ejemplo, enfermedad celiaca), según sea la patología.
2. Selectiva: Debida a déficits confetitos de diferentes enzimas, necesarias para la metabolización; como la lipasa pancreática o la lactasa, entre otras.
En cuanto a los síntomas, tiene un inicio silencioso o inespecíficos. A causa de los déficits que provoca, los síntomas comienzan a ser más evidentes. Y, mas tarde, se advierten ciertos indicadores importantes, para estableces su diagnóstico, que son la pérdida de peso, debilidad, diarrea, retraso en el crecimiento (en el caso de los niños), cansancio y meteorismo, y otros que se detallan en los análisis de sangre.
Tratamiento del Síndrome de Malabsorción 1El tratamiento depende del detonante de ésta enfermedad y de su ubicación.
Por mencionar algunos ejemplos, en el caso de la enfermedad celiaca, se eliminara por completo, y de forma estricta, el gluten y todos aquellos alimentos que lo contengan (es decir, sin trigo, avena, cebada y centeno.
En las pancreatitis crónicas, por déficit de enzimas pancreática, se evitara el consumo de bebidas alcohólicas.
En los casos de déficits nutricionales, se corregirán con la suplementación y un manejo adecuado, completo y personal, de la alimentación del paciente; siempre adaptado al nutriente que esté en falta.
En algunos casos se puede recurrir a la prescripción de medicamentos para evitar, de igual modo que el tratamiento nutricional, la aparición de complicaciones futuras, deshidratación, anemias (por déficit de hierro, folato o vitamina B12), trastornos óseos (por déficit de calcio), pérdida de peso considerable, esterilidad, edemas (por déficits proteico) o neuropatías (por déficits de vitamina A y B12), por la carencia de vitaminas y minerales.