Para aquéllos que quieren cuidar la parte del torso, y es la primera vez que se ponen a ello, es preferible utilizar la recortadora, para que los cambios no sean demasiado visibles y os pongan en una situación incómoda. En cuanto al tamaño del vello, no más de 1,5 cm. Con relación al mantenimiento, se debe realizar a diario, o cada dos días si hablamos de rasurado, y de 2 a 3 semanas para la recortadora.

Las axilas pueden, al igual que el torso, ser recortadas o también rasuradas, todo es cuestión de gustos. Para aquéllos que tienen tendencia a transpirar fácilmente, y con un olor intenso, es preferible afeitarse de manera regular. Los vellos frenan la circulación del aire y producen olor, favoreciendo la proliferación de bacterias, que están en el origen de los olores corporales.

La espalda y los hombros son las zonas más difíciles de mantener, puesto que no es fácil llegar para la realización del rasurado. Lo ideal es que nos depilen a la cera en algún centro, y así hombre afeitándoseestaremos tranquilos unas 3 ó 4 semanas. Para aquéllos que prefieren realizar la operación en su casa, lo ideal es hacerlo delante de un espejo, y utilizar la recortadora.

Las cejas puede ser algo que los más sensibles no estén dispuestos a realizar. Con la ayuda de una pinza de depilar, se estira la piel y se tira del vello con fuerza, para evitar que se rompa y limitar la sensación de dolor. Esto se debe realizar al cabo de 2 a 4 semanas.

La nariz requiere una maquinilla especial. Se debe comenzar por recortar los vellos que sobresalen. Luego se introduce la recortadora especial en cada fosa nasal teniendo cuidado de no aventurarse muy adentro, puesto que estos vellos, aunque no sean muy estéticos, impiden que el polvo de fuera entre en contacto con las mucosas, jugando así un papel de barrera contra los microbios. La operación se debe repetir siempre que sea necesario, y cuando empiecen a verse por fuera los vellos de las fosas nasales.

El largo de los vellos del cuello no debe superar los 5 mm, y para eso se debe prever un mantenimiento cada dos semanas. Se parte de la base del cuello, y se va remontando, con pequeños movimientos, para evitar cortarnos.

En cuanto a las piernas, el pubis, los testículos, y la zona interior de las nalgas, es cosa de cada uno: con cuchilla, o recortadora en función del efecto buscado. Para las zonas íntimas, muchos hombres prefieren mantenerlas despejadas de vello de forma a resaltar mejor sus atributos masculinos.