Corto, largo, despeinado… Hoy en día los hombres eligen su peinado sin complejos, sea cual sea su tipo de pelo. Veamos una serie de reglas fundamentales que se deben seguir, aunque la palabra clave en todos los casos debe ser: libertad.

Adiós a los complejos

Primeramente, porque al hombre moderno le gusta mantener cierta estética. El hombre se cuida, sin lugar a dudas, y sigue de cerca la moda. Cambiar a menudo de ropa, de perfume ya ha dejado de ser un tabú, y eso implica también el cambio de peinado.

Al igual que para las mujeres, la moda masculina cambia rápido: se acabó el aburrirse de ir siempre igual, ahora los hombre quieren sorprender, y por supuesto, cambiar. Por eso ha hecho falta «inventar» cortes y técnicas para los caballeros.

Cabello¿Cuáles son los peluqueros más inventivos que forman parte del grupo de la moda? Normalmente los encontramos en el extranjero: En Inglaterra está Toni and Guy, Vidal Sassoon en Alemania, y por supuesto, Llongueras en España.

Además de la tendencia «metrosexual», lo que da libertad a nuestro pelo son los productos. Hoy en día hacen milagros, y se puede realizar casi todo.

Mil y una posibilidades

En cabellos espesos, el peinado corto ha dejado de ser la única alternativa. Se puede partir de un tamaño semilargo. Definiéndolos mejor (los peluqueros lo llaman «texturización») se puede dar mayor ligereza y movimiento. Para ello existe una serie de geles que ofrecen un eficaz acabado del corte.

Los hombres con el cabello rizado asumen sus bucles. ¿Por qué no usar un pelo semilargo para un estilo cool, romántico, y muy de moda? Existen productos antirrizos para dar un aspecto más espumoso al cabello.

Y si queréis cambiar completamente, se puede optar por un estilo de alisado permanente, que también existe para hombres. Al igual que la aplicación de las famosas placas de cerámica alisadoras, los hombres se decantan cada vez más por esta técnica.

Para cabellos finos, se aconseja no perder volumen, y utilizar un corte clásico con productos a base de arcilla para espesar y dar volumen, pero sin mojar el pelo. Y si empezamos a tener algunas calvas, un corte semilargo con el pelo peinado hacia adelante, a la inglesa, es una excelente opción.