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Las principales causas de infertilidad masculina son evitables, según un estudio efectuado en España, los hombres con una alimentación saludable tendrían espermatozoides más sanos.
La alimentación saludable y equilibrada no sólo ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes, el colesterol alto o la hipertensión, sino que también permite preservar o mejorar la salud reproductiva, afirma el doctor Jaime Mendiola de la Universidad de Murcia.
Varios estudios habían sugerido que existe relación entre el consumo de ciertos nutrientes y la infertilidad masculina, señaló el equipo de Mendiola en la revista Fertility and Sterility. Los expertos habían investigado ya la relación entre el consumo de ciertos alimentos y la calidad del semen, lo que les permitió conocer que los hombres que consumen más productos lácteos y carne, y menos lechuga, tomate y fruta, eran más propensos a tener espermatozoides de mala calidad.
mas-sexoEse estudio no analizó nutrientes específicos. Pero en la nueva investigación, el equipo comparó el contenido de nutrientes de la alimentación de 30 hombres con semen de mala calidad y de 31 hombres con espermatozoides normales.
Todos eran pacientes de clínicas de fertilidad. Los hombres con semen de mala calidad tenían una baja cantidad de espermatozoides y porcentajes relativamente altos de espermatozoides anormales. Todos los hombres proporcionaron por lo menos dos muestras de semen.
Tras controlar datos como el tabaquismo, la edad, el índice de masa corporal y la exposición a sustancias químicas en el lugar de trabajo, el equipo halló que la alimentación seguía siendo un factor importante.
Los hombres con semen normal consumían más carbohidratos, fibra, ácido fólico, vitamina C y licopeno que los hombres con espermatozoides de mala calidad. Los hombres con semen saludable comían también menos grasas y proteína.
Los bajos niveles alimentarios de nutrientes antioxidantes tuvieron un efecto negativo sobre la calidad del semen, la alimentación saludable influiría en la calidad de los espermatozoides, pero se necesitan ensayos controlados y aleatorios para confirmar esa relación.