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¿Quién no recuerda el Orient Express? Sí, aquel tren legendario que fuera inmortalizado en la novela de Agatha Christie de 1934, donde se desarrollaba toda una trama de misterio en torno de un asesinato.

Pues ese mismo tren ha vuelto a estar en uso y algunos afortunados pueden viajar en él algunas veces al año.

Sigue teniendo sus antiguos vagos que datan de 1929, inclusive cuatro de ellos han sido declarados como patrimonio histórico. Toda una leyenda que apareció hace pocos días en la Gare de l’Est, ante la mirada atónita de quienes estaban en la estación, la misma de la que partió el Orient Express hacia la antigua Constantinopla (actual Estambul) el día 4 de octubre de 1883.

Viaje en el legendario Orient Express 1En la actualidad la Venice Simplon Orient Express, una línea de explotación privada hace la ruta entre Venecia y Londres, haciendo su paso por París y usando para ello algunos de sus antiguos vagones.

Con itinerarios que tienen una duración de dos a seis días, otorgan la posibilidad de revivir todo el lujo, la elegancia y el romanticismo del siglo XIX, haciendo un viaje en una exacta réplica del famoso tren.

Quienes tienen la fortuna de viajar en él hoy viven una experiencia maravillosa reviviendo un pasado que se vuelve presente a través de sus vagones confortables con compartimentos super elegantes y el servicio de mayordomos además de un hermoso restaurante con mobiliario de principios del siglo XX.

Puede ser el sueño hecho realidad de unas vacaciones diferentes o la concreción de un viaje privado exclusivo.

Su interior lujoso nos regala la posibilidad de optar entre dormir en alguno de los nueve coche-cama con compartimentos dobles y asientos que se convierten en litera o también en alguno de los compartimentos simples con asientos que se convierten en camas individuales.

También hallaremos a bordo tres vagones que son exclusivos restaurantes con temáticas diferentes en cuanto a decoración, además de un coche bar que se encuentra abierto todo el día y que tiene hasta un pianista que le da un toque especial.

Los vagones son muy semejantes a las instalaciones que poseen los cruceros de lujo, con detalles especiales como grabados de polvo de plata, sofás de cuero, cortinados de terciopelo y bellas lámparas de vidrio soplado que hacen juego con sus paredes de marquetería.

Cada suite se encuentra equipada como si fuese la habitación de un hotel cinco estrellas, además de contar con ducha, algo que el original no poseía.

La culinaria de a bordo ha sido diseñada con todo cuidado para que los pasajeros disfruten de una experiencia inolvidable también en las comidas.

Luz tenue, copas de cristal, manteles bordados, y cubiertos de plata son el marco ideal para una cena de lujo, con platos de la gastronomía italiana y francesa.

Una experiencia inolvidable sobre todo para aquellos que sienten nostalgia de esos tiempos de glamour y lujo que hicieron famosos a este tren que vuelve hoy ha recorrer las vías para un viajes de ensueño.