Una alimentación sana en tiempos de crisis financiera es posible, si bien es cierto que el presupuesto del hogar se encuentra más ajustado nada impide que podamos continuar una serie de alimentos y productos sanos que serán mucho más beneficiosos que otros por el solo hecho de ser baratos.
En realidad si realizamos una lista que contenga determinados alimento aprovechando sobre todos aquellos de estación o temporales como frutas y vegetales y sustituimos en forma equilibrada las carnes rojas por otras alternativas que nos provean de proteínas como huevos o aluvias podremos diseñar un menú diario completo y nutritivo que beneficiará nuestra salud y también nuestro bolsillo.
Así, la compra de frutas y verduras de temporada evitar consumir a diario en las cadenas de Fast-Food como adquirir productos industrializados altos en grasas e hidratos de carbono que solo aportan calorías y resultan de un alto coste, son estrategias sencillas que ayudan a economizar y cambiar los hábitos alimenticios.
Lo nutricionistas alientan a la población a planificar con tiempo la adquisición de los alimentos además de aprovechar las ofertas de temporada, ir a mercados públicos y comprar aquellos productos que sin ser de primeras marcas en el mercado son los que las grandes cadenas de supermercados comercializan y además de ser de excelente calidad su precio es ostensiblemente más barato.
Algunas frutas y vegetales fuera de temporada pueden adquirirse envasadas ya que mantienen todas sus cualidades nutricionales y precios asequibles o comprar frutas y vegetales en oferta y congelarlas, un truco que permite economizar y contar con ciertos alimentos durante todo el año. Aquellas personas que viven en una casa y tienen un poco de terreno disponible pueden cultivar varios vegetales y tener algunos árboles frutales.
Las proteínas son otro tema importante ya que en un presupuesto reducido el consumo de carne de ternera por ejemplo puede verse disminuido. En esos casos es posible o bien provechar ofertas que suelen hacer los supermercados con cortes de carne vacuna de bajo precio o bien comprar carne fresca sin condimentos ni rellenos, una preparación que puede hacerse en casa con un coste menor y un control nutricional más acertado.
Comprar pollo o gallina enteros y proceder a deshuesarlos en casa es mucho más económico además de preferir carnes menos nobles que la de vaca o cerdo y utilizarlas para hacerlas guisadas que resultan sabrosas y nutritivas.
Asimismo, es posible sustituir la carne por otros alimentos que aporten proteínas y agregarlas al menú semanas dos o tres veces por semana, como por ejemplo alubias, huevos, mantequilla de cacahuate, además de cereales como arroz integral o panes integrales que también pueden congelarse manteniendo su valor nutricional inalterable por mucho tiempo.
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