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Los pies son las estructuras de sustentación de todo el cuerpo y su anatomía y fisiología están condicionadas a mantener erguido el cuerpo y desplazarlo en sus diferentes movimientos.

No podemos hablar de los pies aisladamente, ya que cuando nos referimos a desplazamientos y a los diferentes tipos de movimientos estamos hablando de aquello que condiciona el equilibrio necesario para no perder la posición erguida.

Tampoco podemos afirmar que los pies sustentan al cuerpo de manera exclusiva por que ellos son en realidad la parte “Terminal” de un verdadero “complejo anatómico” incluyendo las piernas en su extremo inferior que en una sincronía funcional, trabajan de manera conjunta para que la dinámica funcione.

Anatomía funcional del pie 1Por esa razón,  no podemos dejar de mencionar los tobillos que son los que complementan la función de los pies para que estos puedan ejecutar su parte funcional con éxito.

Así, el tobillo formado por la tibia, el peroné y el astrágalo permiten que los pies puedan girar hacia a delante y hacia atrás. El peroné y la tibia forman una especie de bóveda que encaja en la cúpula del astrágalo, permitiendo la realización de movimientos de giro tanto hacia delante como hacia atrás, llamados movimientos de flexo-extensión.

El astrágalo que se apoya sobre el hueso calcáneo forma la articulación sub astragalina encargada de soportar la transmisión de fuerzas comandando a su vez los movimientos de estabilidad. Además, el astrágalo se articula con el cuboides y el escafoides en la parte externa e interna del pie.

Una vista lateral nos muestra los topes (maleolo peroneo y maleolo tibial) que son los dos apéndices óseos que hacen de continuación del peroné y la tibia a ambos lados, impidiendo que pueda realizarse un movimiento completo de giro en forma lateral a pesar que si es posible iniciar dicho movimiento.

Asimismo, el astrágalo forma una articulación plana con poco movimiento ya que está apoyado sobre el calcáneo.

Esta articulación suele ser causa de problemas ya que es la encargada de soportar la transmisión del peso corporal rigiendo los movimientos finos que dan estabilidad al pie. Cuando el cartílago de esta articulación se deteriora genera la llamada degeneración artósica que produce dolor y en algunos casos es necesaria una intervención quirúrgica para aliviar el malestar o directamente suprimirlo.

Existe además, un apéndice posteriores el astrágalo que es con frecuencia el responsable de lesiones deportivas, ya que este “apéndice” puede chocar con la parte posterior de la tibia rompiéndose cuando se realizan movimientos bruscos como puede ser al chutear con fuerza un balón.

Se trata de un tipo de fractura que en la mayoría de los casos puede tolerarse, pero que en otros obliga a intervenir quirúrgicamente la zona para retirar el fragmento que se ha roto, permitiendo así que el deportista pueda seguir su actividad sin molestias ni dolores.

Asimismo, las articulaciones necesitan de ciertas ligaduras que eviten el desplazamiento de los huesos y permitiendo movimientos en concreto. Los ligamentos son estructuras fibroelásticas muy resistentes que refuerzan las cápsulas articulares, permitiendo una optima congruencia de los huesos en la articulación durante la carga o sobre-esfuerzo del pie.

Ligamentos:

Los más importantes son:

  • Ligamento Tibio-astragalino (ligamento deltoideo)
  • Ligamentos peroneo-astragalino y peroneo-calcáneo
  • Ligamento interóseo calcáneo-astragalino
  • Ligamento calcáneo-escafoideo (ligamento «spring»)
  • Ligamento en Y de Chopart
  • Ligamento de Lisfranc
  • Ligamento calcáneo-cuboideo
  • Aponeurosis plantar La mortaja o pinza tibio-peronea sólo permite al astrágalo movimientos de flexoestensión.

Ya en la parte posterior del tobillo también existe una red de ligamentos que se encargan de unir la tibia y el peroné. Entre ellos se destaca el llamado ligamento transverso que puede lesionarse al igual que el sindesmal.
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Músculos extrínsecos e intrínsecos

Los músculos del pié atendiendo a su origen o inserción próximal se denominan intrínsecos y extrínsecos.

Son músculos intrínsecos aquellos que tienen origen y terminación (o inserción distal) en el mismo pié. Son músculos extrínsecos los que originan en los huesos de la pierna.

Músculos extrínsecos del pie.

Según su función se pueden clasificar:

  • Flexores plantares: tríceps
  • Extensores o flexores dorsales:tibial anterior
  • Inversores o supinadores:tibial anterior
  • Eversores o pronadores: Peroneo Largo y Corto.

Otros músculos desempeñan funciones importantes como complemento de los anteriores:

Flexores Plantares: Tibial posterior;  Peronéos largos; Flexor común de los dedos y Flexor propio del dedo gordo

Flexores Dorsales: Extensor común de los dedos; Extensor propio del dedo gordo y Peroneo anterior
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Músculos intrínsecos del pie.

Los principales músculos intrínsecos del pie son:

  • Lumbricales
  • Flexor corto del (primer dedo)
  • Flexor corto del dedo gordo
  • Flexor corto de los dedos
  • Extensor corto de los dedos
  • Extensor corto del dedo gordo
  • Interóseos(dorsales plantares)
  • Abductor del dedo gordo
  • Abductor del dedo gordo (dos fascículos)
  • Abductor del quinto dedo

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