• Autor de la entrada:
  • Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

La obesidad trae aparejados diversos problemas de salud como diabetes, hipertensión, alto niveles de colesterol malo y también las personas que sufren de obesidad se encuentran expuestas a desarrollar el llamado Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño.

La apnea es un lapso de tiempo, durante el sueño, en que la respiración se ve interrumpida entre 10 y 30 segundos. Esta situación puede llevar a la persona a situaciones de peligro como infartos o accidentes vasculares.

Según los especialistas este tipo de episodios puede llegar a ocurrir unas cuatrocientas veces en una noche. En estas situaciones la persona no llega a oxidarse de forma correcto y por ello otros mecanismos entran en acción como la taquicardia y la hipertensión, todos ellos, íntimamente relacionados con problemas de tipo vascular, cardíaco y también neuronal.

Generalmente,  las personas que sufren de este problema suelen roncar a pesar que este no es necesariamente un signo que indique que se padece de apnea obstructiva.

Apnea obstructiva del sueño, riesgo para obesos 1Existen otros síntomas que revelan el hecho que se pueda sufrir de esta enfermedad como el movimiento involuntario de las piernas cuando se está dormido, sufrir de somnolencia diurna, dolores de cabeza, falta de memoria y de concentración, un bajo rendimiento laboral, la garganta seca al levantarse y sudoración mientras se duerme.

La apnea obstructiva es un problema de los llamados multifactoriales a pesar que existen algunas causas comunes, tales como tener el tabique nasal desviado, amígdalas hipertróficas o de tamaño mayor al normal, alergias, personas fumadoras y las que tienen sobrepeso o sufren de obesidad.

En este último caso lo que ocurre es que al dormir el cuerpo está relajado totalmente y la flacidez de los tejido es la causantes de una obstrucción natural. Además, la capacidad pulmonar se encuentra limitada a causa de la obesidad.

Por otra parte, el exceso de grasa cubre también el tejido que rodea la garganta y esto facilita tanto que aparezca como que se agrave el síndrome de apnea, ya que la grasa estrecha el paso de aire por la zona.

Para diagnosticar el síndrome de apnea el médico además de realizar una revisión completa del paciente incluirá una endoscopia de las fosas nasales, cavidad oral, laringe, faringe y cuello para corroborar la existencia de alguna obstrucción.

También,  será necesaria la realización de una polisomnografía, un estudio que mide los ciclos y las etapas del sueño a través de las ondas cerebrales. Con este estudio se obtienen datos como actividad eléctrica de los músculos, frecuencia respiratoria, presión arterial, ritmo cardíaco, etc.

Los médicos aseguran que en la mayor parte de los casos este es un problema que puede tratarse y controlarse.

El tratamiento siempre será en función de la historia clínica del paciente, existiendo algunos factores externos que pueden eliminarse como el consumo de tabaco, ingesta de alcohol antes de dormir, irse a dormir inmediatamente después de haber comido, etc.

Asimismo, si el problema es alguna obstrucción ésta será removida y con ello reducir las posibilidades que el paciente continúe padeciendo amena.

Por último, es necesario que las personas que sufren de sobrepeso u obesidad realicen un tratamiento del tipo multidisciplinario para lograr bajar de peso y así poder controlar este síndrome de apnea. Esta actitud además el adelgazar, les permitirá una vida más saludable y les evitará el padecimiento de otras enfermedades algunas de ellas graves que puede poner en peligro sus vidas.