La pera es la fruta del peral, y pertenece a la familia de las rosáceas, como el albaricoque. La pera se cultiva en todo el mundo. Su nombre se deriva del latín Pira. Se trata de una fruta llama climactérica: su maduración se prosigue después de su cosecha.
Tabla de Contenidos
Bajo contenido calórico
La pera contiene muy pocas calorías (58 kcal por 100 g). Su aportación energética principalmente viene de sus glúcidos (15 g por 100 g).
Reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares
Esta fruta contiene muchos compuestos fenólicos. Se debe evitar pelarla porque los flavonoides y los ácidos fenólicos están presentes sobre todo en su piel, y sólo en cantidades más pequeñas en su interior.
Aunque las peras clásicas contienen cantidades importantes de antioxidantes, las que se derivan de la agricultura biológica poseen mayor cantidad.
La quercetina es un antioxidante muy potente que se encuentra en la pera. Este última contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares, de ciertos tipos de cáncer, diabetes y obesidad.
Los numerosos estudios demuestran que el consumo diario de frutas de carne blanca (como la pera) reduce el riesgo de accidentes vasculares del cerebro en un 45 %.
Facilita la digestión
Para los problemas de digestión, la pera es ideal. En efecto, constituye una fuente importante de fibras.
Esta fruta contiene los 2 tipos de fibras: solubles (33 %) e insolubles (67 %). Estas últimas son las celulosas que favorecen el tránsito intestinal, y permiten el aumento de las heces.
Lo mismo que con los antioxidantes, más del 50 % de las fibras contenidas en las peras están en la piel. Se recomienda pues consumir esta fruta entera, y con piel.
Combate el colesterol malo
Esta fruta contiene pectina, que permite reducir la tasa del colesterol malo (llamado LDL) y favorece el buen funcionamiento del colon.
Además, según algunos estudios realizados en la Universidad de Illinois (Estados Unidos), la fibra soluble refuerza el sistema inmunitario.
Conserva la salud de la dermis
La fruta del peral, al igual que la manzana, contiene antioxidantes activos que permiten reducir el envejecimiento prematuro de la piel.
Rica en vitaminas
Vitamina C: esta vitamina no es producida por el organismo. Por eso es importante consumirla a diario. La vitamina C, también llamada ácid ascórbico, se elimina por la orina (porque es soluble en el agua).
El ácido ascórbico permite el buen funcionamiento del organismo. Favorece las defensas inmunitarias y contribuye a la salud de los huesos, las encías y los cartílagos. La pera cruda contiene una cantidad no despreciable de vitamina C.
Vitamina K: las carencias en vitamina K son raras, porque además de estar presente en nuestra alimentación, también es fabricada por bacterias situadas en el intestino. La pera cruda es una buena fuente de esta vitamina.
La fruta del peral contiene también cantidades no despreciables de vitaminas del grupo B.
Rica en cobre
1 pera mediana (aproximadamente de 180 g) contiene una cantidad importante de cobre. El cobre estimula la materia gris porque sus iones actúan sobre los neurotransmisores de las sinapsis (que son las zonas de contacto de las neuronas).
El cobre es primordial en la construcción de la hemoglobina y del colágeno (una proteína que sirve para la construcción y la reparación de los tejidos).
El cobre es importante en la composición de varias enzimas que ayudan a combatir los radicales libres (nefastos para el organismo).
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