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Lucir un cuerpo bien proporcionado sin exceso de kilos ni rolletes a la vista ya no es exclusivo de modelos y famosos de la pantalla, ni mucho menos de deportistas para quienes es algo fundamental ya que el exceso de peso afecta negativamente su rendimiento.
El cuidado de la imagen corporal es en nuestros dias un aspecto importante para los mas poderosos del mundo, entre ellos los políticos de los paises mas desarrollados. Destacan los presidentes cachas, entre ellos el de los Estados Unidos, Barak Obama, con su six pack abdominal practicando surf; y, El físico bestial de José María Aznar, ex presidente de España, que vimos en la playa.
También es conocido el interés con el que Nicolás Sarkozy, el jefe de Estado francés, cuida su imagen. Al punto de que se ha identificado un conjunto de signos como el síndrome Sarkozy, y es que el cambio físico sufrido por el presidente galo desde su llegada al Elíseo y su matrimonio con Carla Bruni resulta bastante evidente.
Sarkozy haciendo deporteCreo que todo comenzó en el verano de 2007 cuando Paris Match sacó la fotografía de un Sarkozy en bañador al que le habían desaparecido los michelines a punta de Photoshop. A partir de ese momento, emulando a Forrest Gump, Sarkozy no ha dejado de correr.
Esa especial afición a lucir impecable parece se ha convertido casi en una cuestión de Estado en Francia; en una entrevista en Le Parisien Jean-Michel Cohen, nutricionista de los políticos franceses, ha confirmado que «la figura se ha convertido en un vehículo de comunicación política» y que los políticos galos son cada vez más concientes de su importancia.
El cuidado va mas allá de hacer ejercicios, el mismo Sarkozy da el ejemplo con su alimentación a base de sopas, verduras, queso fresco y fruta, información que trascendió este verano cuando le dio un desmayo mientras hacía deporte. Y no solo es una opción personal, como asegura el periódico francés, llegó a recomendar a un diputado al que pensaba nombrar ministro que cambiara de peluquería y perdiera unos kilos.
Visto esto, el ministro del Interior, Brice Hortefeux, ha hecho una dieta tan rigurosa que ha dejado preocupados a sus amigos. François Fillon, el jefe del Gobierno, prefiere una sesión matinal de footing acompañado por varios guardaespaldas y una ambulancia por si ocurriera cualquier emergencia.
Además de ellos, el titular de la cartera de Comercio, Henri Novelli, el ministro de Inmigracion, Eric Besson, y el titular de Industria, Christian Estrosi también se han sumado al reto de llevar una vida más saludable.
En fin, que el ejecutivo francés en bloque se ha puesto manos a la obra para intentar lucir más esbeltos y robustos.
¿Seguirá el ejemplo algún presidente latinoamericano?