Un cuidado regular, a base de productos naturales, es la mejor solución para mantener una piel bonita y sobre todo sana. Los adictos a las mascarillas caseras apreciarán estos consejos de belleza masculina que ahora presentamos.

Las técnicas de peeling son fáciles de realizar, y deberían aplicarse un par de veces a la semana, con el fin de eliminar eficazmente las células muertas. Estos procedimientos permiten conservar una piel sana y sin defectos. La realización del peeling requiere una cierta proporción de azúcar blanco y unas cuantas gotas de miel.

Esta mezcla se aplica sobre las partes del cuerpo que se quieren limpiar de células muertas, incluyendo la piel del rostro. Una vez que el producto está bien extendido, se deben efectuar movimientos circulares para que toda la piel quede bien impregnada. El rostro se debe enjuagar con agua templada. Una vez limpia, la piel está mucho más receptiva para la aplicación de otra serie de productos cosméticos.

Cuidados naturales para una piel sana 1El segundo truco consiste en machacar una patata hervida. La pasta obtenida se debe mezclar con una ligera proporción de zumo de tomate, antes de aplicarla sobre la totalidad del rostro.

La mascarilla se extiende bien, y se deja actuar durante quince minutos, antes de retirarla cuidadosamente con los dedos. La pasta, al volverse de un color grisáceo indica que las células muertas han sido eliminadas. Como siempre, se debe enjuagar la cara con agua templada.

Una buena alimentación contribuye igualmente al mantenimiento de la vitalidad y de la belleza de la piel. Los lácteos, las legumbres y la fruta fresca deben tener prioridad en nuestra dieta cotidiana. Una cura a base de vitaminas A, E, y C es muy recomendable para las pieles maduras.

Estos antioxidantes constituyen un excelente método para combatir el envejecimiento cutáneo. Una buena hidratación del cuerpo permite, igualmente, eliminar las toxinas del organismo. Se debe beber, al menos 1,5 litros de agua al día, especialmente en las épocas en las que hace más calor.

La exposición prolongada a los rayos del sol se debe evitar a toda costa. Para mantener una piel sin marcas de cansancio, lo más indicado es una buena noche de sueño profundo y reparador.