Un aporte nutricional equilibrado es necesario para mantener el cuerpo en forma, y los rendimientos de todo deportista. De igual forma, conviene distinguir tres tipos de elementos nutricionales de base que se deben consumir, y que no son otros que los glúcidos, los lípidos, y las proteínas.
Estos elementos tienen como vocación, ofrecer la máxima energía, pero hace falta distinguir entre la cantidad que se debe consumir de cada uno de estos elementos, en función de su aporte energético. Entre estos tres elementos, el deportista debe atribuir, al menos, la mitad de su aporte energético a los glúcidos.
hombre de vitruvioEstos últimos constituyen una base importante en la nutrición deportiva. Conviene, sin embargo, distinguir los glúcidos simples de los complejos. Las féculas que componen el segundo tipo de glúcidos permiten una mejor salud deportiva, y una menor segregación de insulina.
Antes de una competición, los deportistas deben consagrar hasta un 70% de su alimentación a los glúcidos. Sin embargo, el aporte en lípidos o materias grasas es evaluado en un 35%, para los deportistas. En todo caso, si este consume aminoácidos, recomendados especialmente para él, puede bajar las tasas hasta en un 25%.
En cuanto a las proteínas que constituyen nuestro organismo, deben representar, al menos, un 10% del aporte energético total. Una gran cantidad de proteínas puede causar problemas en la salud de los riñones, mientras que si se consumen las cantidades apropiadas, las proteínas pueden reconstruir y reparar los tejidos del cuerpo. Por eso, a los deportistas de alto nivel se les recomienda el consumo de proteínas animales.
Estas proteínas se pueden encontrar en los huevos, la carne, y los productos lácteos, entre otros muchos. Las proteínas vegetales no suelen ser muy eficaces, en la medida en que no suelen tener mucho valor biológico. Para no sufrir una carencia en alguno de estos elementos energéticos, el deportista debe saber comer alimentos ricos en todos estos nutrientes.