Cuando se sufre de hipertensión, hacer algún tipo de deporte está altamente recomendado. Tener una actividad física regular y moderada forma parte del tratamiento. Este consejo de hacer ejercicio puede incluso incluirse en la prescripción médica ordinaria, como un medicamento más.

Si hacéis ejercicio de forma regular, vuestra tensión suele bajar de un punto, tanto a nivel de la sístole como de la diástole. Por ejemplo, una tensón de 16-10 puede quedarse en 15-9. Hacer ejercicio regularmente es bueno para el organismo, y es todo un tratamiento: el corazón se habitúa a contraerse mejor.

Si estáis sofocados por el esfuerzo, al cabo de algunos meses de ejercicio físico regular, ya dejaréis de estarlo.

Los beneficios del deporte

Lo primero que se debe saber es que el corazón, mejor entrenado, latirá menos deprisa que antes (el pulso será menos rápido), por un mismo esfuerzo. Además, vuestros músculos entrenados, se cansarán menos rápido. Os sentiréis más en forma, menos cansados en la vida cotidiana, y los esfuerzos os parecerán menos duros.

Deporte y tensión arterial alta 1También sabemos que el entrenamiento permite a las arterias coronarias, las que nutren el corazón, que se dilaten mejor. Mejor nutrido, el corazón funciona con menos dificultades.

Además de estos beneficios para el corazón y la tensión, el ejercicio físico tiene otro tipo de consecuencias positivas: vuestra tasa de colesterol malo, tiende a bajar.

Por lo tanto, haciendo ejercicio físico, todo son beneficios para el organismo. En cualquier caso, si no tenéis la costumbre de hacer deporte, hay que verificar las capacidades de vuestro corazón para el esfuerzo, evitando cualquier tipo de accidente.

Después de los 40 años, o si tenéis problemas cardíacos, es bueno ir al cardiólogo para ver si podéis realizar el deporte que pretendéis incorporar a vuestro hábito de vida.