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No existe aún, al menos en términos ergonómicos, el sofá perfecto. Incluso el mueble más refinado de este tipo causará eventualmente dolencias musculares y tensiones en el cuerpo si hacemos un uso prolongado de él. Por lo tanto, es cosa nuestra velar por nuestra postura mientras permanecemos sentados o acostados en el sofá.

Este proceso comienza desde la compra misma del mueble. Además de otros elementos como el color o la textura, debemos procurar elegir un sofá que nos resulte totalmente cómodo y se adapte a las necesidades de nuestro cuerpo. Seguidamente, te mostramos algunas claves para conseguirlo.

Claves para escoger un buen sofá

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El apelativo que se le da al sofá como «Rey del salón» está más que justificado, ya que en él es donde pasamos la mayor parte del tiempo, ya sea disfrutando frente al televisor, leyendo un buen libro o conversando con amigos. La relajación siempre está garantizada en cada uno de estos momentos, pero en ocasiones tendemos a descuidar nuestras posturas y abandonar toda atención sobre la posición de la columna.

Estas posturas tan desenfadadas traen como resultado molestos calambres, contracturas, dolores lumbares, agotamiento y en el peor de los casos severas lesiones musculares.

¿Cómo evitarlo dolores de espalda provocados por el sofá?

Las zonas más afectadas por lo general suelen ser la cabeza y la espalda, pues la primera logra verse desalineada con la columna, mientras que en la segunda la presión en la zona dorsal llega a ser tan nociva como el hecho de mantener las piernas flexionadas todo el tiempo. Esto último desgasta las articulaciones en la rodilla e incide negativamente en la cadera y la pelvis.

Lo más importante es mantener la columna recta. Si adquirimos este hábito, automáticamente asumiremos una postura adecuada. Tampoco debemos erguirnos demasiado, o estirarnos hasta quedar en una pose fingida. Lo ideal es sentarnos relajadamente, y balancear todo el peso de nuestro cuerpo entre la zona cervical y la lumbar, cuyas regiones detallamos a continuación.

¿Es malo acostarse en el sofá?

Realmente esta pregunta depende de varios factores. En primer lugar, y a no ser que poseas un sofá lo suficientemente cómodo y amplio, dormir en este tipo de muebles puede ser sinónimo de patologías muy severas como las hernias, por no mencionar los trastornos psicológicos como el insomnio y la baja productividad laboral.

En nuestro país muchas personas acostumbran a dormir la siesta, y a veces, quizás porque lo encuentran más informal que una cama, eligen el sofá como destino para un corto tiempo de descanso.

Además de un tiempo a esta parte la venta de sofás cama se ha multiplicado debido a la falta de espacio. Si optamos por un sofá cama es imprescindible apostar por un modelo de calidad, ya que pasaremos muchas horas tanto disfrutando del tiempo libre como durmiendo en él. La calidad y la salud no están reñidas con el precio, con ellos no solo cuidaremos de la salud de nuestro cuerpo sino también de la salud de nuestra billetera.

Zona lumbar

En el caso de las vértebras lumbares, lograremos un buen funcionamiento si nos apoyamos en los huesos de la pelvis, llamados isquiones. A su vez debemos velar porque la parte baja de la espalda llegue a tocar el respaldo del sofá. En caso contrario, podremos hacer uso de un cojín a fin de contribuir al descanso de nuestro cuerpo.

Finalmente, asegúrate que tus pies lleguen correctamente al suelo y no queden a medio camino comprimiendo las piernas, además éstas últimas también deberán mantener un ángulo de noventa grados con respecto a la columna vertebral.

Zona cervical

Para la región cervical, ocurre que muchas veces el respaldo del sofá se queda por debajo o por encima de nuestro cuello. Este hecho también es sumamente perjudicial, si tenemos en cuenta que la cabeza no encontrará el apoyo necesario al verse demasiado comprimida o exageradamente tensionada. Nuevamente, recurre al uso del cojín para equilibrar tu postura.

El tamaño del sofá no es excusa para que éste no cumpla con los requisitos mínimos que necesitamos, como un buen respaldo o unos apoya brazos de la medida ideal. Un sofá pequeño no es sinónimo de un sofá con un respaldo pequeño.  Internet es una herramienta excepcional para descubrir modelos de infinidad de marcas, así que antes de adquirir un sofá, sea de las dimensiones que sea, escudriña bien hasta encontrar el sofá perfecto para tu salón y para tu espalda.

Y es que una mala postura mientras descansamos en el sofá, puede originar hernias cervicales o lumbares, cambios de humor, pesadillas y hasta riesgos de trombosis venosa. En muchos casos, los pacientes acuden al doctor por un fuerte dolor lumbar conocido como lumbalgia.

Evidentemente, el sofá no es un mueble ideal para tumbarse a reponer fuerzas. No obstante, siempre puedes adoptar posiciones más cómodas, como acostarte de lado y utilizar un cojín entre las piernas y otro en la cabeza para recostarla adecuadamente, o en el caso que desees permanecer boca arriba, debes contrarrestar el equilibrio entre la zona lumbar y cervical por medio de cojines y elevando las piernas.