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Por si no lo sabes, más del 60 por ciento del entrenamiento de un ciclista de montaña profesional se realiza en carretera, en bibicleta estática o de rodillos.
La razón es simple: la montaña resulta demasiado desgastante y es muy arriesgado entrenar a diario entre rocas, lodo y raíces. Por lo tanto se requiere otras opciones para cuidar el equipo más importante –nuestro cuerpo– con entrenamiento menos exhaustivo pero efectivo.
Es por eso que se han creado diferentes rutinas o modalidades que ofrecen el máximo nivel de desarrollo con un mínimo de lesiones.
spinningEl Spinning es lo último en acondicionamiento en algunos gimnasios; consiste en pedalear sobre una bicicleta muy parecida a la estática, en sesiones organizadas bajo la dirección de un instructor. Esto elimina el tedio de entrenar solitariamente.
El comportamiento de la bicicleta es muy parecido al de un equipo para carretera. La rueda delantera pesa alrededor de 28 o 30 kilogramos por lo que no se puede dejar de pedalear de golpe. Todo su funcionamiento es mecánico, carece de componentes electrónicos y el único control que tiene es una palanca para frenar de manera gradual.
Esta singular bicicleta tiene la capacidad de mantener un ritmo alto (entre 90 y 100 pulsaciones por minuto). El spinning es ideal para mejorar la capacidad aeróbica y en consecuencia el funcionamiento del corazón y del aparato respiratorio. También ayuda a los hipertensos a reducir la presión arterial, además de incrementar la fuerza en los glúteos y en los cuádriceps.
Autor: Francisco Hernández
Vía Pulso Digital