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Acaba la temporada y de golpe y porrazo nos encontramos sin el ritmo de entrenos y partidos que nos ha mantenido en forma todo el año. Por supuesto, ya estamos pensando en el siguiente curso, pero eso nos pone dudas y reflexiones en la cabeza.
Lo primero, es que este año si, queremos trabajar en verano para no quedarnos en tan mal estado como el año pasado. De hecho, la barriguita ha aparecido como si nada en estas dos semanas de vacaciones. Comemos como siempre pero gastamos menos, ese es el problema.
El verano para el deportista federado 1Así que ahora no sabemos qué hacer. Nada más lejos de esto. El verano es la oportunidad tremenda para los deportistas federados de poder experimentar con su cuerpo y de probar nuevos y divertidos deportes que hasta ahora por falta de tiempos o de ganas no hemos podido practicar.
Entre los más escogidos están los clásicos del running o de la montaña. Ambos son muy recomendados, aunque el primero más, sobre todo por su facilidad y por las ganas que tenemos en verano de salir por la calle a pasear y correr sin más, disfrutando del calor y del buen tiempo.
Así que debemos plantearnos el verano como una oportunidad de mejorar todos aquellos aspectos que no nos gustan de nuestro estado físico, para llegar en perfecto estado a los primeros entrenos del año.
No dejemos el deporte de lado, ya que luego las vueltas pueden ser traumáticas y poco agradecidas. Sobre todo a nivel muscular, así que, el verano también puede ser un buen momento para recuperar aquellas antiguas rutinas de mancuernas que tenemos olvidadas y llenas de polvo por casa, y sacarles rendimiento, aumentando la masa muscular, que nunca está mal.
Como vemos, tenemos un mar de posibilidades, y el verano no debe significar el dejar de cuidarse, de hecho, al revés, debemos extremar las precauciones, ya que comeremos peor y con más ganas.