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Las inflamaciones en las inserciones musculares a nivel de la articulación del codo son comunes entre quienes entrenan con pesas o practican algún deporte debido a los movimientos repetitivos, el levantamiento de pesos o por movimientos bruscos.

La tendinitis mas frecuente es la epicondilitis, el codo de tenista o epicondilitis lateral es un tipo de tendinitis caracterizada por la inflamación de las inserciones musculares en la parte lateral del codo. Cuando la inflamación afecta a las fibras musculares que se insertan en la cara interna del codo, se produce la epicondilitis medial, epitrocleítis o codo de golfista.

En ambos tipos de epicondilitis puede aparecer dolor a nivel de la inserción muscular en el codo o se puede irradiar hacia los músculos del antebrazo e inclusive hasta la muñeca.

Al surgir alguna de estas inflamaciones el tratamiento está orientado hacia la protección de la articulación, la disminución de la inflamación y el fortalecimiento de músculos y tendones.

Protección de la articulación

Es recomendable reducir y de ser posible cesar las actividades que causan el dolor, puede ser necesario el uso de coderas elásticas, férulas de muñeca e inclusive inmovilización con yeso.

Los estiramientos ayudan a disminuir la tensión del músculo sobre el codo afectado, deben incluir tanto el brazo como antebrazo, mano, muñeca, cuello, hombro y espalda superior.

Disminución de la inflamación

El médico podría indicar antiinflamatorios, infiltraciones con corticoides y sesiones de fisioterapia. Sin embargo, el uso de hielo y masajes pueden ayudar mucho para bajar la hinchazón y facilitar la cicatrización de los tendones afectados.

Para aplicar el hielo rodee codo y antebrazo con una tela humedecida, y coloque durante 15 a 20 minutos sobre la tela una bolsa de hielo triturado.

Para aplicar el masaje con hielo, llene un vaso de plástico con agua y métalo en el congelador. Recorte la mitad superior del vaso de plástico, masajee suavemente la zona dolorosa con el hielo duante cinco minutos.

Para el masaje de fricción, use las yemas del los dedos pulgar o índice. Frótese sobre el área dolorosa. Comenzar con una ligera presión y poco a poco ir aumentando hasta aplicar una presión firme. Continuar el masaje durante 3-5 minutos. Alternar el hielo y el masaje, siempre terminando con la aplicación de hielo de forma que el área afecta no se quede inflamada. Repetir 2 ó 3 veces al día.

Fortalecimiento de músculos y tendones

Cuando el dolor ha disminuido será necesario realizar estiramientos y ejercicios de potenciación para rehabilitar y fortalecer las estructuras lesionadas. En algunos casos cuando la inflamación no cede podría ser que los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento resuelvan el problema.

Ejercicios de estiramiento para prevenir la epicondilitis

El estiramiento de los músculos flexores y extensores del antebrazo contribuye a prevenir el desequilibrio muscular.

Procedimiento
Extender firmemente la muñeca con el brazo estirado; mantener así durante 4 a 6 segundos y repetir 4 a 6 veces. Repetir el mismo ejercicio, pero esta vez flexionando la muñeca con el codo en extensión.
Epicondilitis ejercicios de estiramientos

Ejercicios de Fortalecimiento para prevenir la epicondilitis

Una vez recuperada la flexibilidad mediante los estiramientos se procede a incluir en la rehabilitación ejercicios para el fortalecimiento de músculos y tendones.
Procedimiento

Epicondilitis ejercicos de fortalecimientoRealizar flexiones y extensiones de la muñeca agarrando un peso con la mano, el movimiento debe ser rápido hacia arriba y lento hacia abajo. Hacer dos series de 20 a 30 repeticiones cada una.

Puede añadirse ejercicios de prensión apretando una pelota de goma, pero limitándolos a 20 repeticiones.

Cuando la epicondilitis no responde a estos tratamientos podría ser necesaria la cirugía, la intervención consiste en la liberación de una parte de la inserción ósea del tendón, esto disminuye la tensión y permite que mejore la vascularización de los tejidos facilitando la cicatrización.

Después de la cirugía es conveniente continuar con los ejercicios de estiramiento y potenciación para prevenir recaidas. Por lo general la recuperación completa se consigue después de seis semanas a cuatro meses.