Sabemos que las Artes Marciales, de origen milenario, son oriundas de Oriente (India, China, Okinawa, Japón, Tailandia), donde la idiosincrasia es bien diferente de la Occidental. Entonces, saber cómo se adaptan las Artes Marciales, en su práctica a una sociedad tan competitiva como la de Occidente es importante para comprender hacia dónde se dirige la filosofía de las Artes Marciales.
Cuando los grandes maestros en su origen, preparaban a sus discípulos para ser sus continuadores, además de todas las técnicas en los diferentes grados de Kiús o Danes, les transmitía también, los principios y fundamentos filosóficos que constituían la “estructura espiritual” de las artes.
Cuando éstas pasan al mundo occidental y se tornan competitivas, la mayoría de los Dojos se preocuparon más en las copas y medallas de esa escuela, que en la verdadera formación de los artistas.
De hecho, se comienza por mezclarlas con deportes como “box inglés” generando los que se conoce como “kick-boxing” en Estados Unidos, “savate” en Francia o “chute-box” en Portugal y Brasil.
Esta nueva modalidad se asoció de manera inmediata a la definición por K.O. o Knock Out en que se buscaba la supremacía sobre el rival dejándolo fuera de combate.
Esto es lo que se comienza a llamar “full-contact” o contacto pleno, alejándose cada vez más del milenario Ipon o punto japonés, en el que se vencía por haber conseguido imponer una serie de técnicas de mejor manera que su oponente.
Comienzan entonces los torneos de las grandes federaciones americanas, que al mejor estilo de las asociaciones de box, impulsan sus campeones a “knocautear” cuantos más puedan.
Con el Jiu-Jitsu, ocurre algo similar, donde cada vez se aleja más de los fundamentos filosóficos de “neutralizar un ataque”, por otros principios como ganar un torneo a cualquier precio.
Se llega al “Vale Todo” que dispensa cualquier explicación de qué se trata, para llegar al actual M.M.A. o Mixed Martial Arts, que es hoy la versión lícita del Vale Todo, donde ya no sorprende ver un practicante sentado sobre la cintura del otro, descargándole con furia, golpes de puño en el rostro hasta dejarlo a veces inerte.
¿Será que en ese momento alguien se acuerda de los principios filosóficos orientales? ¿Que pensarían aquéllos sen-seis si vieran eso?
¿A donde quedó la filosofía? Para donde van nuestros artistas?
¿Cuál será el próximo límite, si lo hubiere? ¿Cuantas víctimas tendremos que lamentar?
Las respuesta a todo esto se lo podríamos preguntar a los “Maestros Orientales”, que seguramente no responderán por estar “mudos de estupor”.
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Elisa, me han encantado todos tus articulos sobre las artes marciales, han despertado en mi un sentimiento nuevo sobre todo esto, yo vengo del mundo competitivo de las artes marciales pero al mismo tiempo simpre tuve interes por la filosofia y su camino espiritual pero dentro de esta confusion de ser competidor pero al mismo tiempo filosofico tus articulos me han aclarado bastante el panorama, muchas gracias.
Amtun
Saludos Elisa. Me interesó y agradó tu artículo. Es claro que oriente y occidente se contrastan en diversas maneras, y pienso que dentro de esto también se llegan a complementar, representando una dualidad. En cuanto a maneras de concebir una misma cuestión, las filosofías son bastante distintas, dígase en forma de pensar sobre la vida, la muerte, y en este caso algo tan bueno que son las Artes Marciales, que como todo, se puede visualizar desde una perspectiva funcional o lo contrario.
Una verdad siempre se encuentra viva para quien la busca. Lo que reproducen las Artes Marciales Mixtas carecen realmente de filosofías orientales que verdaderamente se mueven desde otros caminos, buscando otros destinos. Pienso entonces que estas verdades, los “tao”, los caminos que se han desarrollado en la India, la China, el Japón y culturas semejantes, seguirán ahí para quien se interese en ello.
No creo personalmente que los maestros se hayan quedado “mudos de estupor” ante esto, si bien es lamentable cuando se dice (incluso presume) erroneamente que se enseña, se aprende o practica un Arte Marcial, habrá quienes conocerán que la verdadera escencia se es llevada más como una filosofía de y para la vida. Personalmente, el hecho de que se sesguen y reduzcan las enseñanzas de las Artes Marciales hasta el grado de desaparecer para alguien que las “practique” no es algo que me mantenga preocupado, mas no desinteresado. Partiendo de un taoísmo, estas cuestiones fluyen, el agua viva no muere, siempre encuentra por donde seguir su curso.