Para los no adeptos a la carrera, el aquajogging nos reconcilia con este ejercicio. Ciertamente, el ritmo cardíaco aumenta del mismo modo, pero los dolores articulares no son iguales.

Gracias a un salvavidas o a un cinturón flotador, la finalidad es la de correr sin tocar el fondo de la piscina. La práctica se hace exclusivamente en piscinas con mucho fondo.

Todavía más divertidos son los aparatos que se pueden sumergir para hacernos trabajar sin dejarnos la piel en el intento. El aquabiking se practica cada vez más en los centros de fitness, las sesiones son colectivas, dirigidas por un entrenador que mantiene la motivación en su nivel más óptimo.

Jogging y ciclismo en inmersión 1De igual modo encontramos aparatos como la bicicleta elíptica. Para una sesión más cómoda se aconseja el uso de calcetines acuáticos. La adherencia es mejor, y los movimientos serán de mejor calidad, al tiempo que se llevan los pies protegidos.

Refuerzo muscular y flexibilidad

Además del trabajo cardíaco, las actividades acuáticas son muy eficaces para muscular sin riesgos el conjunto del cuerpo. Para aquellos que quieren desahogarse tras una dura jornada de trabajo, el aquaboxing ayuda a combatir el estrés y trabaja el equilibrio del cuerpo.

Esta actividad retoma los mismos movimientos que el Body Combat, también inspirado en las artes marciales. Con el fin de ampliar la eficacia de los movimientos, la ayuda de unos guantes de resistencia al agua consiguen mejorar los resultados.

El aqubody y el aquabuilding se concentran sobre el refuerzo muscular del cuerpo. Tras una jornada de trabajo, el cansancio se resiente y se manifiesta a nivel de la espalda. El aquestreching ayuda a reforzar esta parte del cuerpo, estirando los músculos y asegurando una noche de sueño reparador.