El mecanismo de la respiración

Respirar es una función vital innata al hombre. Sin embargo, y a pesar de ser esencial, la mayoría de las personas no son conscientes de que respiran. De hecho, son muchos los deportistas que no tienen en cuenta la importancia de la respiración durante el ejercicio

El ser humano realiza una media de 30.000 respiraciones al día. Al inspirar, se consigue que entre oxígeno en los pulmones. El oxígeno contenido en cada bocanada de aire mejora la circulación sanguínea y vivifica todos los órganos internos del cuerpo.

La importancia de la respiración en el deporte 1Expirando, se evacua el gas carbónico del cuerpo. El diafragma, un músculo localizado por debajo de los pulmones, es el elemento central que permite la respiración. Cuando se inspira, el diafragma baja, los pulmones se hinchan y dejan pasar medio litro de aire.

Cuando se expira, el diafragma sube, y permite la evacuación del aire. La respiración es un proceso biológico que condiciona el mantenimiento de la vida en el ser humano.

Respiración y ejercicio físico

Siendo un problema natural, la respiración se efectúa inconscientemente. Sin embargo, este fenómeno debe convertirse en un proceso consciente en los deportistas. El dominio de la respiración permite la explotación al máximo de las posibilidades del cuerpo.

El dominio de la respiración procura una mejor resistencia frente al cansancio, permitiendo el mantenimiento de un buen funcionamiento de los órganos del cuerpo, incluso en la realización de una práctica deportiva intensa.

Fitness, artes marciales, natación, cada disciplina deportiva posee su propia técnica en materia de control de la respiración durante el esfuerzo.

Independientemente de la práctica deportiva que realicemos, la respiración debe ser consciente en todo momento. Durante el calentamiento, inspirad por la nariz y expirad por la boca. Conservad un ritmo de respiración constante. La expiración debe ser mayor que la inspiración.

No debéis contentaros con una respiración exclusivamente torácica. Aprended a usar el vientre con el fin de ganar en capacidad de aire inspirado, y por lo tanto de oxígeno en el cuerpo. Cuando inspiráis, el vientre debe inflarse antes que los pulmones para que el diafragma se abra y se baje lo más posible. Cuando expiráis, el vientre debe meterse, poco a poco, para permitir al diafragma que pueda subir más todavía.