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Una de las épocas del año más peligrosas en la montaña es justamente la primavera. Con los primeros rayos de sol y temperaturas más complacientes de esta etapa del año se nos va un poco el horizonte, y pensamos que ya podemos actuar y hacer aquellas cosas que se pueden hacer sin peligro en pleno verano, y una de las cosas en las que más peligros podemos coger es justamente ir a la montaña como si fuera pleno verano.

Es una causa común de accidente no perseverar en las muchas practicas saludables en términos de seguridad que debemos tener en cuenta en una salida a la montaña. He visto muchas veces como buenos montañeros y mejores alpinistas cometen imprudencias al querer ir a montañas demasiado altas sin los recursos necesarios y una preparación exhaustiva. Por ejemplo, es habitual pensar que no hay nieve, pero realmente si que la hay, y puede ser una de las causas por las que tengamos un accidente.

La montaña en primavera 1Así que aunque estemos ya con temperaturas más agradables, deberemos mantener la precaución en la montaña, y ante todo, comprobar antes de las salidas que no hay nieve en las cimas de donde vamos, y si la hay, llevar el equipamiento adecuado, empezando por unas botas competentes, ropa de abrigo, gafas de sol, guantes, grampones si hace falta etc.

Con internet como ventana, podemos ir a webs donde hay webcams, y así ver de forma real si está nevado en la cima o no. La nieve no es un problema, en invierno ya hemos realizado ascensiones con ella, simplemente que debemos llevar las herramientas adecuadas para disfrutar del día.

Estas semanas de paso de una estación a otra son geniales, notar de nuevo el calor y poder quedar en manga corta haciendo excursionismo es una de las mejores sensaciones posibles, y por ello debemos aprovechar estas subidas de temperatura. No hay nada mejor que una buena ascensión nevada con calorcito.