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Una de las preguntas más habituales que se hace mucha gente con respecto la práctica del montañismo es a qué edad pueden iniciar a sus hijos e hijas. Hay que entender, que lejos de una locura, todo buen enamorado de la montaña desea transmitir ese respeto y amor por el mundo natural cuando antes, así como disfrutar de su deporte y entretenimiento lo antes posible con los suyos.

Está claro que las edades dependen de cada uno, pero hay varias generalizaciones que nos pueden ser útiles, y que debemos tener en cuenta si pretendemos realizar nuestras ascensiones con seguridad y de forma positiva.

La montaña para niños 1Lo primero que debemos tener en cuenta es que no debemos obligar a los niños a tirarse al monte, puede ser algo extremadamente desagradable para ellos, o incluso traumático, por ello, llevemos precaución en este punto vital.

Una vez hayan aceptado, recordemos que son niños, y que por lo tanto debemos tener cuidado en todo lo relacionado con pesos. Hay que recordar, que hasta los 24-25 años, no se ha acabado de desarrollar toda la capacidad pulmonar, así que los ritmos y el sistema nervioso de los niños es ligeramente diferente, tengamos eso en cuenta, a la hora de hacer ascensiones, controlar ritmos y hacer previsiones de caminos y senderos.

Una ascensión con niños, conlleva una cierta dosis de pedagogía extra. Esto es, que hay que enseñarles y recordarles los elementos básicos que damos por sentados, y asumir que no tienen ni experiencia en ascensiones ni tampoco sentimiento de responsabilidad como un adulto.

Por último, añadamos un sentido instrumental a las subidas. Hagamos pausas para enseñar y admirar paisajes, nombrar cimas de nuestro entorno, o deleitarnos con fauna y flora que encontremos por el camino. También podría estar bien amenizar el viaje con juegos, risas y cualquiera forma de entretenimiento similar que se nos ocurra.

Será mucho más llevadero para ellos y mucho más realizante para nuestro ego de padre.