La reflexología podal, y el masaje de los pies forman parte de las técnicas tradicionales para el cuidado del cuerpo, y que se remontan a épocas milenarias. Esto ya se conocía en el antiguo Egipto, y prueba de ello dan razón los documentos ilustrando la práctica de la reflexología podal.

A partir de la teoría de las zonas, elaborada por el doctor Fitzgeral en 1913, una enfermera, Eunice Ingham, desarrolló las bases de la reflexología occidental, tal y como hoy se enseña, estableciendo una cartografía de los órganos reflejados en los pies.

La técnica

Los pies son una zona del cuerpo de mucha sensibilidad, y las terminaciones nerviosas de los órganos fundamentales del cuerpo pasan por los pies. Cada parte del pie está en relación, a través de la intermediación del sistema nervioso autónomo, con los órganos del cuerpo, y de acuerdo con una topografía muy precisa.

La reflexología una fuente de salud 1Por eso, si estimulamos el pie, inevitablemente estaremos estimulando el órgano concreto correspondiente.

Con un masaje en las zonas reflejadas en el pie, todos los sistemas fisiológicos del cuerpo pueden verse regulados de manera eficaz.

Todos los sistemas del organismo se pueden beneficiar de la reflexiología podal: circulación, digestión, respiración, glándulas, etc. El cuerpo tiende a recuperar su equilibrio que ha sido alterado por el estrés o una enfermedad.

Los pacientes

Permitirse una sesión de reflexología podal no es más que ofrecerse un cuidado de bienestar y de confort, pero igualmente es una manera sencilla de reforzar las zonas débiles del cuerpo, reestableciendo la circulación energética y mantener la salud.

Se trata de una técnica que no presenta ningún peligro y que puede ser muy beneficiosa para los siguientes estado de malestar:

. problemas relacionados con el estrés, con la finalidad de relajarse y volver a recuperar el sueño.

. problemas de circulación, ya que facilita el flujo intravenoso y la circulación linfática.

. problemas de inmunidad, reactivando las funciones de eliminación del cuerpo.

. problemas inflamatorios: ciática, sinusitis, …

. problemas de digestión, y estados de hipoglucemia.