El jogging (también llamado footing) es una forma de trote o de carrera a una velocidad lenta o tranquila. La principal intención es la de aumentar la forma física de joggar (persona que hace jogging) ejerciendo menos tensión sobre el cuerpo que lo que se haría en una carrera a pie rápida.

Pero un ritmo puede ser lento para ciertas personas y rápido para otras, por eso algunos expertos de la carrera a pie describen el jogging como el hecho de correr a una velocidad inferior a 9,7 km/h (6,2 minutos para recorrer un kilómetro, es decir 2,7 m por segundo).

El jogging puede ser utilizado para calentar o enfriar el cuerpo de los corredores, antes o después de una sesión de entrenamiento o de una carrera. El footing se suele utilizar por los corredores como una forma de recuperarse activamente durante un entrenamiento por intervalos. Los joggers reciben muchos beneficios del footing.

La práctica del joggingEl jogging es una de las actividades más sencillas que puede hacer cualquier persona. Todo el mundo debe aprender a caminar de niño, luego correr parece que es algo que viene instintivamente. Y es mejor para nuestra salud que la cosa sea así. Se trata pues de un ejercicio cardiovascular sencillo y que la mayoría de las personas con buena salud puede hacer en cualquier momento.

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Mejorar la forma cardiovascular gracias al jogging

La forma cardiovascular (también conocida con el nombre de resistencia cardiorrespiratoria o forma aeróbica) designa:

El grado de eficacia alcanzado por el corazón, los pulmones y el sistema vascular (los vasos que transportan la sangre y la linfa en el cuerpo) ofreciendo oxígeno a los músculos que tienen necesidad, y el grado de eficacia alcanzado por estos músculos en el uso del oxígeno.

A medida que la forma cardiovascular mejora, la capacidad pulmonar aumenta, lo que quiere decir que se puede inspirar más oxígeno en cada respiración. El volumen de eyección del corazón (el volumen de sangre que el corazón eyecta en cada contracción) aumenta igualmente.

Esto significa que cada vez que bombea, el corazón puede transportar más sangre y oxígeno a través del sistema vascular hacia los músculos. Finalmente, los músculos se vuelven más eficaces a la hora de absorber oxígeno, lo que significa que pueden tomar más moléculas de oxígeno de la sangre.

El efecto global es que cada vez que el corazón bombea, transporta más oxígeno hacia los músculos, y los músculos son capaces de usar mejor este oxígeno. Con esta mejora de la forma cardiovascular vienen mejores beneficios para la salud como una mejor resistencia, una reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y de grasa corporal.

El footing reduce la tensión arterial

La presión arterial designa la fuerza con la que la sangre empuja las paredes de los vasos sanguíneos. Si vuestra tensión arterial es muy alta, debilita las paredes de los vasos sanguíneos, lo que los hace más sensibles a un aneurisma (dilatación localizada de una arteria), a una arteroesclerosis (acumulación de sustancias grasas en las paredes de los vasos sanguíneos) y una hemorragia.

El impacto global es que el flujo de sangre que va hacia el corazón y que lo deja, se restringe, debilitándolo y haciéndole trabajar más duro para bombear la sangre a través de unos vasos sanguíneos bloqueados o dañados. Con el tiempo, esta situación conduce a la aparición de crisis cardíacas y de enfermedades del corazón. La hipertensión también puede causar daños importantes en el cerebro, los riñones, los músculos cardíacos y los ojos.

Mejorando la salud cardiovascular gracias al jogging, se puede reducir la presión arterial y evitar complicaciones asociadas.